Dos delincuentes armados y a cara descubierta irrumpieron anoche en L3 Computación y se alzaron con la recaudación de la jornada que ascendía a unos 2 mil pesos. Se llevaron hasta el celular del joven propietario del comercio, quien les pidió a los asaltantes que le dejaran el chip de su teléfono por la utilidad de los datos que contenía. Uno de los ladrones accedió al pedido y luego escaparon con rumbo hacia las 1.008 viviendas.
Alrededor de cinco minutos de terror vivió ayer Leandro Acosta, de 20 años, quien resultó víctima de un nuevo robo, el tercero que sufre. Los ladrones lo increparon a punta de pistola. Sin resistirse, la víctima mantuvo la calma e incluso dialogó con los delincuentes y les dijo: “está todo medio flojo”, cuando preguntaban dónde estaban las computadoras.
El incidente ocurrió sobre las 21, en el comercio que se dedica al servicio de informática y la venta de equipos de computación. “Entraron los dos flacos cuando yo estaba mirando y me levanté para ver la puerta a ver quién entraba, y ya venían medio agachados y tenían algo. Apenas los vi me dijo uno: ‘agacha la cabeza, te vamos a robar’. Sacó un arma y bueno”, relató Acosta más tranquilo, unos minutos después del atraco, cuando los efectivos de la Seccional Tercera de policía, tomaban intervención.
Si bien el joven comerciante no sufrió violencia física, “uno vino acá (detrás del mostrador) me tuvo la cabeza y me sacó el celular. El otro pasó para atrás (otra oficina) y me dijo: ‘dónde están las computadoras’. Yo le digo: está todo medio flojo, llevate la plata, así que no sé qué habrá llevado”, continuó relatando Acosta sobre lo sucedido.
Entre el botín, se llevaron la plata de la caja registradora, unos 2 mil pesos de algunas ventas, estimó la víctima, pero lo curioso del episodio fue que cuando los delincuentes tomaron el celular del comerciante para llevárselo y Acosta les pidió por favor que dejaran el chip, por el valor personal de los datos de la memoria.
“Vinieron para robar, imaginate que me dejaron el chip. Yo les dije: dejame el chip que lo necesito bastante. Uno agarró, sacó el chip mientras el otro entró atrás y todo bien”, se sorprendió la víctima.
En los dos años que L3 Computación lleva funcionando en la avenida Chile casi Jachal, este fue el primer robo agravado por el uso de arma de fuego, pero el de ayer se trató ya del tercer robo registrado por el comercio. “Esta es una zona complicada e intentos (de robo) tuvimos seis más o menos”, reconoció el propio damnificado a Diario Patagónico.
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