"Chile ha reconocido al Estado palestino, al que esperamos muy pronto
dar la bienvenida en esta organización", dijo el presidente Sebastián
Piñera en su discurso ante la Asamblea General.
El mandatario chileno sostuvo que el pueblo palestino "tiene derecho a
tener un Estado libre, soberano y democrático y el Estado de Israel
tiene derecho a tener fronteras reconocidas, seguras y respetadas".
"Sólo así israelíes y palestinos podrán convivir y progresar en paz y armonía", aseveró.
El canciller de Uruguay, Luis Almagro, señaló que el proceso de paz entre Palestina e Israel debe encararse "de Estado a Estado" y por lo tanto su ingreso a la ONU "será un avance muy importante para legitimar a la autoridad palestina en sus negociaciones con Israel".
Almagro dijo que hay tres requisitos que serán exigidos a Palestina y al mundo árabe: el respeto a la existencia de un Estado judío, a la seguridad del Estado de Israel, y por último ofrecer todas las garantías para poner fin del conflicto.
Hoy viernes (23.09.2011) será un día clave en el debate de la Asamblea General, pues se espera que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, entregue al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, la solicitud formal de ingreso como miembro pleno a la ONU.
Humala aboga por la inclusión social
Entre los gobernantes latinoamericanos que intervinieron este jueves en la Asamblea General, el presidente peruano Ollanta Humala se refirió a la inclusión social e instó a desarrollar el sentido de igualdad y deberes compartidos en diversos campos.
"La clase política de América Latina no puede decir que haya cumplido el sueño de los fundadores de nuestras repúblicas", afirmó Humala tras recordar que la región es la más desigual del mundo.
En tanto, el presidente dominicano, Leonel Fernández, propuso hacer "un esfuerzo colectivo por eliminar el terrorismo como práctica inhumana, así como las raíces económicas, sociales, políticas, culturales, ideológicas y religiosas que la motivan".
Mientras tanto, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, abogó por la "eliminación completa e irreversible" de todos los arsenales de armas atómicas, al hablar durante una reunión de la Asamblea General de la ONU sobre Seguridad Nuclear.
Un momento de tensión durante la 66 Asamblea General fue el retiro de los delegados estadounidenses, de Francia y de Alemania que abandonaron la sesión cuando el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, subió al podio y lanzó fuertes acusaciones contra Estados Unidos, Europa y otros Estados como Israel.
Ahmadineyad pone nuevamente en duda el Holocausto
Ahmadineyad empleó su discurso de 30 minutos para acusar a los gobiernos occidentales de violar la ley internacional y a Estados Unidos de llevar a cabo guerras y perpetrar genocidio, provocando una estampida ya vista en años anteriores.
Tras cuestionar el Holocausto y el 11 de septiembre de 2001, el gobernante iraní acusó a Estados Unidos y a Europa de esclavizar África y dominar el Consejo de Seguridad de la ONU.
El presidente iraní dijo también que "quienes se hacen llamar democracias libres" son en realidad "las raíces del mal".
"¿Pueden las flores de la democracia florecer bajo los misiles y fusiles de la OTAN?", se preguntó al tiempo que llamó a un nuevo orden mundial y dijo que sólo Alá puede liberarlo de la tiranía y discriminación.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, exigió una actuación más dura contra los dictadores e instó a la ONU a aprovechar oportunidades como el movimiento libertario de los países árabes.
"Nos gusta firmar acuerdos de paz, pero si miramos sin hacer nada cuando se cometen masacres, ¿de qué sirven esas firmas?", preguntó.
A su turno, el jefe del gobierno turco, Recep Tayyip Erdogan, exigió nuevamente a Israel que se disculpe ante la ONU por el ataque a una flotilla humanitaria que causó la muerte a nueve activistas turcos en mayo de 2010.
"Israel debe disculparse y pagar un resarcimiento por la muerte de nuestros mártires y también debe levantar el bloqueo en la Franja de Gaza", dijo, a la vez que exigió al pleno de las Naciones Unidas el reconocimiento de un Estado palestino.
Artículo original