España: La minería pone en órbita a Chile

Un sector clave para la economía, las inversiones esperadas rozan los 40.000 millones

El sector minero chileno es un motor providencial para Chile. Después de un 2009 con unas cotizaciones de la materias primas en mínimos, por el impacto de la crisis, las mineras chilenas encaran un ciclo alcista que permitirá financiar las obras de reconstrucción por los terremotos de febrero pasado y generar caja para abordar inversiones en nuevos yacimientos, más costosos de explotar. En 2009, los ingresos del sector minero mundial cayeron un 15 % y los beneficios netos un 26%. Muchas empresas recibieron un duro golpe y cerraron, y la mayoría pospuso toda nueva inversión. La situación empezó a cambiar en el segundo semestre, con una recuperación de los precios y un descenso de los costes que para Chile han sido un regalo. El país espera inversiones en el sector por valor de entre y 30.000 millones y 40.000 millones de dólares, un volumen equivalente al que se espera para Perú, algo nunca visto.

Los especialistas destacan que es un momento único para que Chile dé un sustancial salto hacia el desarrollo con la modernización de sus infraestructuras y la reducción de la excesiva brecha social que impide crear una amplia clase media. Según algunas encuestas, la crisis financiera hizo aumentar la pobreza en Chile en 2009, por primera vez en 20 años, mientras que el 20 por ciento de la población más rica acaparaba más del 54% de la renta y el 20% de los más pobres el 4,6 por ciento.

A la estabilidad política de Chile, uno de sus puntos fuertes teniendo en cuenta que la región arrastra serios problemas de seguridad jurídica, se suman las buenas proyecciones, que apuntan un crecimiento del PIB superior al 4%, desde tasas negativas en 2009; la revalorización de las materias primas y la buena situación de las empresas por las ganancias de eficiencia acumuladas durante la caída de los costes energéticos.

Según Codelco, la compañía chilena líder mundial en producción de cobre, con unas ventas en 2009 por encima de los 12.000 millones de dólares, el consumo mundial del metal crecerá este año un 5,4% hasta los 18,2 millones de toneladas. Salvo oscilaciones inesperadas de las cotizaciones, el sector prevé aumentos significativos de beneficios para este año, tras caídas generalizadas en 2009.

Una de las novedades más destacadas que iniciaron las mineras chilenas cuando comenzó la crisis ha sido cambiar el modelo de gestión de las relaciones con los proveedores basándolo en contratos de largo plazo y con cláusulas que comparten riesgos y beneficios. Los expertos sostienen que las reservas de minerales, sobre todo de cobre, son cada vez menores y las compañías están orientando la gestión hacia una realidad futura que parece irreversible y es que la explotación de los siguientes yacimientos costará más porque serán menos ricos.

La única nube en el horizonte y que ha puesto en guardia a las mineras es la decisión del presidente Sebastián Piñera -- apoyada por toda la clase política-- de aumentar desde el 3,5 por ciento actual al 5 por ciento el porcentaje de impuestos que pagan las empresas como derechos de explotación al Tesoro público, para financiar las obras de reconstrucción del país, estimadas en unos 30.000 millones de dólares. El Consejo Minero, que agrupa a las principales mineras del país, señala que durante 2005-2009 el sector aportó a las arcas públicas 24.817 millones de dólares en impuestos.

Las voces críticas advierten del riesgo de que algunas inversiones se paralicen por falta de rentabilidad debido al alza de los costes (según la estatal Corporación Chilena del Cobre a 2015 hay proyectos de inversión por un total de 22.134 millones de dólares), pero de momento eso no ha sucedido, ni tampoco es probable que suceda porque una subida de uno o dos puntos porcentuales del gravamen sigue siendo muy poco si se compara con el que estudia Australia, otra potencia minera mundial, de elevarlo al 40 por ciento, señalan los expertos.

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