A partir del domingo comenzó el bombardeo propagandístico de la segunda vuelta. Personalmente tengo mis serias dudas sobre la efectividad de la franja y afirmo que no se justifican las esperanzas que en ella depositan los candidatos. Me atrevo a asegurar que el número de electores cuyo voto que se decide a raíz de la franja es mínimo y que los más beneficiados son los creativos, ya que si gusta su trabajo saltarán a la fama.
El respetable público sabe que se trata pura y simplemente de propaganda política.
Los estudios internacionales revelan que la única forma de propaganda política que funciona es la negativa, la sucia, la que escudriña en el pasado, exhibe contradicciones, caídas o vicios. Pero en Chile la epidermis de nuestros políticos es muy blanda. En general no les gusta que se hable mal de ellos, aun cuando sea invocando el humor. Confieso que el episodio de la franja de Frei imitando el reclame de Master Card me pareció divertido e ingenioso. No tuve ocasión de comentarlo con mi abanderado pero le habría aconsejado “tómatelo con humor”. Sin embargo hay que tener presente que incluso ésta sólo es efectiva cuando se repite hasta el cansancio, distribuida en spots que no duren más de quince o veinte segundos, siempre y cuando salgan al aire varias veces al día (para pillar desprevenido al televidente). Además, todos saben que el público que ve televisión cambia con el horario. Por las mañanas hay más dueñas de casa y jubilados y por las tardes jóvenes; al anochecer hombres y mujeres que trabajan, etc. La publicidad tiene que estar, para ser eficaz, dirigida a un público segmentado y es absurdo pretender pasar un rollo en que se mezclan cosas para personas cuyos intereses y preocupaciones son totalmente diversas.
Una publicidad que dura cinco minutos en televisión es una eternidad, una lata, un suplicio y un calvario que muy pocas personas pueden tolerar; en la era del cable, donde la oferta programática es casi infinita, el rating se concentra en los primeros episodios por la curiosidad inicial, pero baja progresivamente con el correr de los días. Y si se transmite siempre en el mismo horario la mayoría de los televidentes, advertidos de lo que viene, cambian el canal justo antes de que comience la franja y vuelven a su programa favorito una vez que termina.
La franja gratuita es un anacronismo y debería desaparecer. Fue un sistema ideado en el plebiscito para dar más legitimidad a ese proceso celebrado en circunstancias tan extraordinarias, cuando todos los medios de comunicación estaban en manos del gobierno y no existía intenet o la televisión pagada. Hoy no aporta absolutamente nada a la transparencia del proceso democrático ni menos a la información. No hay razón para que la propaganda política en televisión tenga un trato distinto al que existe en las radios, medios escritos o electrónicos.
Los candidatos deberían poder contratar publicidad televisada tal y como lo hacen, por ejemplo, en las radios. Spot de corta duración, con valores distintos según el horario de transmisión. Naturalmente que este gasto sería imputable al máximo legal permitido para las distintas campañas con lo cual serían los candidatos los llamados a decidir cómo gastar el dinero: Si en rayados, carteles, brigadistas, activistas, radio o televisión. Y, lo más probable es que ganaríamos todos por cuanto las calles y paredes estarían más limpias por cuanto muchos más recursos se destinarían a la televisión que ha abusar del mobiliario público.
Todo lo dicho vale el triple para la franja parlamentaria, un bodrio en los que los candidatos más afortunados a penas alcanzan a decir su nombre. Es divertido pensar que la ley otorga a los partidos políticos el derecho a tener franja, en la cual incluyen a los mismos candidatos presidenciales que hacen todo lo posible por arrancar de ellos a cien por hora, declarando que gobernaran sin preguntarles nada (lo que es imposible y anti democrático) y procuran esconder lo más posible a sus dirigentes como si tuviesen lepra.
Artículo original
martes, enero 05, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario