El analista y columnista Patricio Navia ha declarado que se cambió de bando y en esta segunda vuelta votará por el abanderado de la Derecha. Esto ha causado gran revuelo, por tratarse de una persona pública, pero no cabe duda de que esta situación debe serle familiar a muchos votantes anónimos. ¿Traición u opción válida?
Primero, creo que denostar a una persona por algo tan normal como cambiar de opinión pertenece a la forma más penosa de hacer política, propia de ese Chile que tiene instalado el pensamiento Izquierdo-derechista. Segundo, me parece ridículo que una persona deba votar por un candidato solo “para ser consecuente”. Esa expresión que es tan mal utilizada: Ser consecuente no es un valor en si mismo (si un ladrón ha robado toda su vida, entonces, al rechazar un trabajo honrado, estaría siendo consecuente. Los “tintes valóricos” de la palabra parecen borrarse en este caso). Si creo que el candidato de la coalición en la que confío (o confiaba) no está respondiendo a mis expectativas, y el otro sí, entonces ¿Cómo va a ser racional no cambiar de opción?. ¿Cómo va a ser correcto votar por alguien solo para no “traicionar” los colores políticos (para ser “consecuente”)?.
Las nuevas generaciones, por suerte, están eliminando esa práctica de votar por partidos y no por personas, por lo que no ven como un “crimen” el cambiarse de candidato. Ya no se justifica. Antiguamente, era aceptable pensar de esta manera tan radical, cuando las posiciones eran igualmente radicales: “Dictadura o Democracia”; ahí el cambio de bando podía mirarse con extrañeza. Actualmente, los candidatos son muy parecidos, no existen diferencias TAN notorias como las de hace treinta años. Incluso, los derechistas más acérrimos critican a Piñera por considerarlo muy de centro; lo mismo ocurre con los izquierdistas a la hora de calificar a Eduardo Frei. Saltar de la centro-izquierda a la centro-derecha, entonces, no parece ser un pecado mortal, no podemos crucificar a Patricio Navia por este “pequeño” cambio. (Esto no es equivalente a “da lo mismo quién gobierne”, por si acaso).
Por último, creo que limitarnos a votar por el candidato X porque es de tal o cual partido le hace un daño terrible a la Democracia y a nuestra capacidad intelectual. Esta es LA instancia de participación ciudadana y no podemos desaprovecharla de esta manera. La idea no es ir saltando de candidato en candidato, sino que debemos comparar propuestas y no tanto coaliciones. Digo “no tanto” porque no deja de ser importante conocer a las personas que respaldan a los candidatos, esto es una buena pista para encaminar el voto, pero no puede ser todo.
Entonces, ¿Traición u opción válida? Claramente es lo segundo. De hecho, creo que estamos traicionando a nuestra propia inteligencia al votar por un candidato porque pertenece a un partido particular, sabiendo que no nos representa o que no está a la altura de lo que esperamos de un aspirante a la presidencia. Confiemos en que el caso de este cientista político sentará un precedente para que no se escuchen nunca más frases del tipo: “Me gusta Frei, pero es Socialista” o “Me identifico con Piñera, pero es de Derecha”. A los partidos les conviene que pensemos así, se ahorran gastos en imagen, discursos, propuestas, etc. No les facilitemos tanto la tarea
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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
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