Menores reciben allí alojamiento, educación y salud gratuitos. Padres confían su cuidado a autoridades estudiantiles y regresan a su país, en virtud de las facilidades migratorias ofrecidas por Chile. Es creciente el número de niños bolivianos que deben dejar atrás las ceremonias oficiales por el "día del Mar", celebrada en su país cada 23 de marzo en recuerdo de la pérdida de Antofagasta frente a Chile durante la guerra del Pacífico. En cambio, pasan a integrar las delegaciones que cada 21 de mayo homenajean a Prat frente al Morro de Arica, incluso interpretando los sones del "Adiós al Séptimo de Línea" en las bandas escolares.
Las cifras del Ministerio de Educación arrojan 1108 alumnos extranjeros en los colegios de la región de Arica y Parinacota, en su mayoría bolivianos hijos de agricultores que trabajan, a menudo ilegalmente, en los valles de Lluta y Azapa.
Pero las autoridades de la provincia altiplánica de Parinacota detectaron un nuevo fenómeno migratorio: campesinos de pueblos bolivianos fronterizos que ingresan a Chile para dejar a sus hijos en régimen de internado, de preferencia en el liceo técnico de Putre, y regresar a su país, confiándolos en materia de alojamiento, salud y alimentación a la red de apoyo social chilena.
La directora del liceo Granaderos de Putre, Patricia Gómez, señala que desde 2007 el establecimiento ha acogido a 20 niños y adolescentes bolivianos, dejados allí por sus padres tras matricularlos y realizar los trámites en Extranjería para conseguirles una visa de estudiante.
"Los niños gozan de alojamiento, comida, becas indígenas y atención médica y dental gratis", resalta Gómez, lo que a su juicio es una tentación para la "asistencialista" mentalidad aimara. En muchos casos, los padres reaparecen sólo al término de la temporada escolar.
En el citado lapso, el liceo pasó de atender de 10 a 47 alumnos bolivianos, nacionalidad que hoy alcanza al 22% del total de la matrícula total de 210 alumnos.
Tras perder 906 pobladores en una década, el último censo registró en Putre 1997 habitantes, tendencia que se mantiene.
"Los bolivianos vienen a ocupar el espacio que dejan los chilenos", resalta el gobernador de Parinacota, Luis Pinto Colque, quien explica que a partir de 1960 los jóvenes abandonan los pueblos del interior en busca de mejores expectativas en Arica. Las personas mayores, al quedar solas, recurren a obreros bolivianos para cuidar sus cultivos y su ganado.
Si en los valles de Azapa y Lluta los alumnos extranjeros alcanzan al 30%, la baja densidad de Parinacota origina el caso de la escuela San Francisco de Asís de Socoroma, cuya matrícula total es boliviana: 6 hijos de inmigrantes de ese país.
16 visas temporales a bolivianos, 4 de ellas a escolares, entregó Extranjería de la provincia de Parinacota en el 2008.
47 visas temporales a bolivianos (10 a escolares) ya se han otorgado en el 2009 y se tramitan otras 58 solicitudes.
1.997 habitantes tiene Putre según el censo del 2002.
Cuentan su experiencia
ROSA DANIELA RUEDA
(11 años, de Oruro, 6º. Básico): "Mi padrastro trabaja en un camión que lleva mercaderías a Arica. Mi mamá me trajo porque la educación es más adelantada y hay más respeto, porque a las mujeres no se les puede pegar. En clase, no me pasan la guerra, sino los mapuches".
GENARO MAMAMI
(17, de Charaña, 3º Medio): "En historia, lo único que cambia es la Guerra del Pacífico. En Bolivia dicen que la causa fue el salitre, acá dicen que por el tratado contra Chile. Llevo dos años en Putre y quiero quedarme definitivamente acá".
PABLO ALVARADO AGUILAR
(16, de Curahuara, 3º. Medio): "En Chile las leyes son rígidas y es ordenado. A los bolivianos nos molestan, pero cuando te integras y respondes con 'tallas', ya no importa. A mí me toca desfilar a los pies del Morro los 21 de mayo, pero no digo que vaya por el combate naval de Iquique. Voy representando a mi liceo".
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