"Latinoamérica hoy se ve en una situación casi ideal, comparada con los países de Europa", afirma el economista del Deutsche Bank, en Nueva York, Gustavo Cañonero. Mientras en la zona euro el peligro de contagio de la crisis griega mantiene la volatilidad en los mercados, en la región, los indicadores de riesgo se han mantenido estables. Esto, según los expertos, sería premiado por los inversionistas.
Considerando los llamados países PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España), el promedio del riesgo país llegó ayer a 275 puntos base sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos, de acuerdo con los Credit Default Swap (CDS) a cinco años. Dicho nivel duplicó el riesgo de los países más estables de América Latina (Brasil, Chile, Perú, México y Colombia), que promedió 126 puntos base.
Los CDS son instrumentos financieros que se transan en los mercados y actúan como seguros en caso de que un país no pague su deuda (default). Se miden en puntos base sobre los bonos del Tesoro, que son los papeles más seguros. Mientras más bajo es el valor, más segura es la deuda soberana de una economía. El riesgo país determina flujos de inversión externa y sirve como referencia para las tasas de interés a que pueden financiarse en el exterior las empresas.
En la región, Chile destaca como la economía más segura, con un riesgo de sólo 85 puntos. Entre los PIIGS, en tanto, la economía más riesgosa es Grecia, con 607 puntos. Este llegó a 940 puntos antes del plan de rescate de la Unión Europea y el FMI.
CAMBIO DE POSICIONES
Si bien el riesgo de Europa resistió mejor que Latinoamérica la crisis financiera en 2008, no ocurrió lo mismo ahora que el epicentro de las turbulencias está precisamente en el Viejo Continente.
Además, antes de ambos hechos, la realidad era inversa a la actual. A inicios de 2007, los PIIGS ostentaban en promedio sólo 5,8 puntos base de riesgo país (no incluye a Irlanda, pues hay datos desde 2008). En cambio, Latinoamérica tenía un promedio 11 veces superior, con 72 puntos. En todo caso, ambos datos son bajos, debido a que el mundo aún se encontraba en un período de bonanza económica.
ATRACCIÓN DE INVERSIONISTAS
En este contexto, algunos economistas señalan que la región se ha vuelto más atractiva para los inversionistas. "En la medida que se mantenga la recuperación económica en Latinoamérica y las dudas por Europa, los inversionistas van a ver la región con mucho mejores ojos", dice Cañonero.
El analista de Moody's Economy, Alfredo Coutino, agrega que, ante la potencial caída de las economías "fiscalmente desarregladas" en Europa, "Latinoamérica, con sus perspectivas de crecimiento más sólidas, con casi nulos desbalances fiscales y externos y con un compromiso de disciplina macroeconómica, se ha convertido en un lugar más atractivo para los inversionistas internacionales".
Para Alberto Ramos, de Goldman Sachs, dado que los desequibrios están en los países desarrollados, los emergentes aún se ven sólidos, y "desde el punto de vista comparativo, América Latina luce bastante bien".
Los expertos señalan que esto se reflejaría primero en inversión financiera (bonos, acciones y monedas), pero también en inversión directa (ver recuadro). Por su tamaño, destaca Brasil, y por la estabilidad, Chile y Perú.
No obstante, una visión distinta tiene el economista de 4Cast Inc., Pedro Tuesta, quien sostiene que si la crisis afecta el crecimiento mundial, impactará también a América Latina. "La región no ha sido afectada en términos de riesgo, pero eso no significa que vengan más inversiones. A lo más, no van a salir", indicó.
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