Competitividad: Chile retrocede 10 años en ranking pero sigue liderando Latinoamérica

Desde el lugar 25 al 28 cayó Chile en el ranking de competitividad mundial 2010, elaborado por el IMD de Suiza, en lo que constituye la ubicación más baja desde el año 2000, según informó el Departamento de Administración de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Pese al resultado, el país se mantiene como líder entre las naciones latinoamericanas.

El listado, que considera 246 variables para calcular los valores, incorporó en esta oportunidad a Islandia, con lo cual los países más competitivos totalizan 58 y la encuesta se realizó en los meses de enero y febrero del presente año.

De acuerdo a los resultados, por primera vez Estados Unidos deja el primer lugar, siendo desplazado por Singapur y Hong Kong, en tanto que al considerar las economías con menos de 20 mil habitantes, nuestro país se ubica en el puesto 16.

El académico, Enrique Manzur, precisó que la región no presenta cambios mayormente significativos, ya que Perú por segundo año consecutivo desciende en el ranking pasando del lugar 37 al 41, siendo el país que experimenta la mayor caída de la región.

Chile por su parte, desciende tres lugares, explicado principalmente por la caída en el factor infraestructura, a la vez que Venezuela desciende una posición por quinto año consecutivo y se mantiene en el último lugar del ranking y Colombia experimenta el mayor crecimiento de la región, subiendo 6 posiciones lo que le permite ubicarse en el lugar 45 del ranking.

Según el informe, las principales fortalezas de Chile en cuanto al desempeño macroeconómico, corresponden a su capacidad para enfrentar los ciclos económicos, además de constituir una atractiva sede para actividades productivas y de servicios, junto con la disminución relativa que se ha registrado en el costo de la vida.

En materia de eficiencia del Gobierno, destaca el buen manejo de las finanzas públicas, el impacto positivo de la política del Banco Central y la baja deuda total del gobierno, mientras que desde el punto de vista de la eficiencia de negocios, el informe resalta el bajo nivel de riesgo del sistema financiero, junto a la positiva actitud frente a la globalización y la disponibilidad de ejecutivos competentes y con experiencia global.

En cuanto a las fortalezas en infraestructura, se consignan la disponibilidad de ingenieros calificados, la buena disponibilidad del transporte aéreo y las mejoras en mantención y desarrollo de infraestructura.

Sin embargo, el informe de competitividad revela algunas debilidades que afectan a la economía chilena, que en el plano del desempeño económico se relacionan con el bajo nivel de empleo como porcentaje de la población, la baja exportación de servicios comerciales y el escaso nivel de empleo juvenil, mientras que al considerar la eficiencia de gobierno se menciona como un aspecto que debe corregirse la legislación que entraba la creación de nuevos emprendimientos, junto a la discriminación de género y el alto spread de las tasas de interés.

En materia de infraestructura, se advierte frente a los altos costos en telefonía y banca ancha, además de la baja inversión en investigación y desarrollo, con un sistema educacional que no satisface los requerimientos. Por lo demás, se mantiene como un aspecto al debe, la baja productividad y la falta de eficiencia en las pequeñas y medianas empresas.

Respecto de los desafíos para Chile, el informe del IMD resalta la necesidad de reducir los efecto negativos del terremoto sobre el empleo y el crecimiento, junto al diseño de un plan de financiamiento para la reconstrucción balanceado, además de generar y promover el desarrollo rural y regional a través de la descentralización y reducir las brechas entre el sistema público y privado de educación y salud.

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