Chile podría perder hasta US$ 320 mil millones por cambio climático

Nota: Como no faltará el peruano necio que se alegre por esta noticia, le recuerdo que para Perú se estima una perdida de casi $800.000 millones de dólares.

Para evitar un descalabro financiero, la delegación nacional que asistirá a Copenhague afina los últimos detalles de su estrategia, que apuntará a comprometer a las naciones más ricas a disminuir sus emisiones.

Sube la temperatura en Chile y con ello aumentan las pérdidas que el cambio climático ocasionará para la economía nacional en los próximos 90 años. 321.522 millones de dólares, una pérdida anual de 1,1% del PIB, principalmente causado por la escasez en la disponibilidad de agua, el recurso más afectado por el fenómeno.

Así lo asegura el estudio “La Economía de Cambio Climático en Chile”, elaborado por investigadores de las universidades Católica, de Chile y de Valparaíso, y que le pone precio al impacto que no tomar medidas de mitigación traerá para el país.

“Son sombríos los panoramas, pero no catastróficos, se ven oportunidades, se ven medidas de adaptación, creo que debemos empezar a actuar ahora, no tenemos por qué esperar a que lleguen”, sostuvo Sebastián Vicuña, director del Centro Cambio Global de la PUC y coordinador general del estudio en la presentación de la investigación.

“Nuestros países van a sufrir cambios considerables, como inundaciones, huracanes, sequía, cambio en la temperatura, etcétera, que va a transformar los patrones agrícolas y el stock pesquero, y todo ello requiere inversión para adaptación”, enfatiza la ministra Ana Lya Uriarte a La Nación, que agrega que cualquier medida que se tome hoy será mucho más barata que hacerlo cuando el impacto sea mayor y además, irreversible.

El agua, insumo fundamental de prácticamente todas las actividades económicas chilenas (minería, agricultura, hidroelectricidad, etc.), será el recurso más afectado, al disminuir los caudales con la reducción de las lluvias y el retroceso de los glaciares, menos nieves en la cordillera debido a que la isoterma cero (punto en que el agua se convierte en hielo) se encontrará 500 metros más arriba.

CONSECUENCIAS

“Desde el punto de vista estadístico es el resultado más robusto, porque no sólo aparece en la simulación local, sino que en la mayoría de las simulaciones en el mundo, de tal modo, que es un elemento muy fuerte, una disminución del orden de 20%-30% en las precipitaciones de Chile centro-sur, desde Concepción a Chiloé, zona agrícola, forestal, ganadera y que además produce hidroelectricidad para todo el Sistema Interconectado Central (SIC)”, sostiene Humberto Fuenzalida, experto en ciencias atmosféricas de la Universidad de Chile.

“Mayores consecuencias en poblaciones más vulnerables”, dice Galvarino Raimán, representante de la Identidad Territorial Nag-che, de la Región de La Araucanía, que participó de la “Primera Audiencia Pública sobre cambio climático y desigualdad”, organizada por el grupo de ONG ecologistas Acción, para hablar de las consecuencias que el fenómeno causará en las comunidades locales.

“El dueño de las forestales, de las exportaciones de fruta, a ellos les da lo mismo, pueden tecnologizar todo, pero quien va a ser el jodido aquí, son los pobres, la gente vulnerable que vive de la naturaleza”, dijo.

Por ello, a Chile le preocupa que la próxima cita climática no sea solamente una declaración de voluntades.

La postura que la comitiva nacional llevará a la COP-15 se basa en exigir que los países desarrollados reduzcan sus emisiones según la recomendación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) y que asuman el compromiso de financiar las acciones de adaptación y mitigación de los impactos en los países en desarrollo, cuyo monto es lo que debe finalmente discutirse en Dinamarca.

¿REDUCIR EMISIONES?

“No me gustaría ser parte de la comitiva que va a Copenhague, porque Chile está en una encrucijada muy compleja”, dice el doctor Humberto Fuenzalida, que asegura que por su desarrollo económico es candidato a que se le pida reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).

“Chile no es un país subdesarrollado para pasar tranquilamente como los que no tienen que aportar por obligación, de tal modo que es posible que otros países vayan a presionar por que se incorpore con alguna cuota de reducción”, dice.

De hecho, una de las propuestas que se presentarán en Copenhague habla de obligar a reducir a los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), o en vías de pertenecer a ella y a la que Chile ingresará a mediados de este mes.

“Nos cae de rebote”, dice Eduardo Sanhueza, experto en cambio climático y asesor en esta materia de la Conama.

Sanhueza señala que existe una posibilidad, pues en el lenguaje internacional se caracteriza a los países no sólo por emisiones, sino también por su desarrollo económico.

“Podría suceder que con el grado de desarrollo económico y porque tenemos emisiones per cápita más altas, en el lenguaje de los acuerdos se caracterice (a Chile) en el grupo de países que debe participar de estos esfuerzos”, sostiene.

Sin embargo, la ministra Uriarte, descarta la posibilidad. “De ninguna manera el ingreso a la OCDE condiciona para Chile obligatoriedad en metas de reducción de emisiones”, dice.

El desafío chileno

El próximo lunes comienza en Copenhague, Dinamarca, una de las reuniones globales más importantes de la historia, en la que prácticamente todos los países del planeta decidirán cómo frenar el cambio climático.

La delegación chilena, que probablemente encabezará la Presidenta Michelle Bachelet, apuesta a obligar a las naciones más ricas a reducir drásticamente sus emisiones contaminantes, y así evitar que los países menos desarrollados sufran las consecuencias del fenómeno.

De hecho Chile ya ha calculado cuál es el impacto económico del calentamiento global: 320 mil millones de dólares de aquí a fin de siglo, en el escenario más severo.

Por ello, la delegación chilena apuesta a que la cita planetaria arroje compromisos efectivos y vinculantes y la reunión no se transforme sólo en declaraciones de buena voluntad.



Acciones tempranas

A pesar de no estar obligado legalmente por ningún tratado internacional, Chile destaca entre los países en desarrollo por llevar a cabo acciones voluntarias en pro de bajar la cantidad de emisiones que en el país llegan a las 3,6 toneladas per cápita y, que según las proyecciones, aumentarán cuatro veces hacia el año 2030.

En 2006 se constituyó la primera comisión para crear la Estrategia Nacional de Acción de Cambio Climático para elaborar el plan de acción con que el país enfrentaría los impactos del fenómeno.

Entonces se encargó al Departamento de Geofísica de la Universidad de la Universidad de Chile la realización del primer estudio sobre Variabilidad Climática de Chile en el siglo XXI, que entregó las proyecciones en la temperatura y régimen de precipitaciones para el país hacia el 2100, parte fundamental del Plan de Acción, que salió a la luz hace un año.

Además del documento que enumera las acciones que el país y las distintas instituciones realizarán para mitigar o adaptarse a los impactos, el Ministerio de Energía ha fortalecido el Programa País de Eficiencia Energética y en enero de 2010 comenzará a regir la Ley de Energías Renovables que establece que el 5% de las energías que se distribuyan en el país deberán ser de fuente no convencional, lo que aumentará a 10% hacia 2024.



Casi un centenar de jefes de Estado

El Primer Ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, reveló ayer que 98 jefes de Estado y de Gobierno han confirmado su presencia en la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de Copenhague (COP 15), que se celebrará del 7 al 18 de diciembre.

Rasmussen señaló que son “muy pocos” los líderes mundiales que han rechazado la invitación enviada por él mismo a través de una carta formal a los 191 países miembros de la ONU. “Es evidente que lo que dará legitimidad a un acuerdo vinculante desde el punto de vista político es que sea adoptado por los jefes de Estado y de Gobierno”, señaló.

Entre los líderes mundiales que han confirmado su presencia figuran el Presidente de EEUU, Barack Obama; el Primer Ministro chino, Wen Jiabao; el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; y la Canciller alemana, Angela Merkel.

Rasmussen declaró que su confianza en el éxito del COP 15 se ha visto reforzada tras la cumbre de la Commonwealth del pasado fin de semana en Puerto España, así como el respaldo a la propuesta danesa de un acuerdo con dos objetivos: primero un acuerdo político con compromisos concretos y luego un tratado jurídicamente vinculante.

“Trabajamos muy duro para hacer de Copenhague un éxito en el sentido de que no debe de ser un peldaño más, sino un auténtico punto de inflexión”, afirmó Rasmussen.

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