La actividad reunió a empresarios, fondos de capital de riesgo, inversionistas ángeles, agencias de gobierno y representantes de los principales centros de I+D del país, quienes discutieron cómo vincular el conocimiento científico con las empresas, a fin de generar beneficios en términos de productividad y crecimiento para el país.
Al respecto, Andrés Concha, presidente de la Sofofa, enfatizó que "los países desarrollados y aquellos con economías emergentes en parte han alcanzado este nivel porque han logrado conectar el emprendimiento con la ciencia". En ese sentido, recalcó que la idea de la entidad, "es generar un entorno de relaciones para que surjan vínculos que permitan relacionar a distintos actores, creando una comunidad que contribuya al desarrollo nacional".
Durante el encuentro, el presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, Fernando Flores, manifestó que el tema de la ciencia y la tecnología en Chile no puede resolverse sin mirar lo que está ocurriendo en el resto del mundo.
"Sabemos que el mundo tiene cambios grandes y esos cambios sensibilizan a la política y al mercado, por eso es importante estar al tanto de las conversaciones que se realizan en torno a este tema", aseguró. Agregó que "el problema del subdesarrollo no está en la falta de capital, sino en llegar tarde a esas conversaciones que cambian el mundo, que son las que especifican las nuevas realidades y generan nuevos mercados".
Otros expositores que estuvieron presentes en el evento fueron Enrique Pizarro, gerente general del Fondo Copec UC; Octavio Castillo, director del Centro de Robótica de Clínica Indisa; Cristóbal Undurraga, director ejecutivo de InnovaChile de Corfo; María Elena Boisier, directora de los programas Fondecyt y Fondap de Conicyt; y el director nacional de Inapi, Maximiliano Santa Cruz.
Undurraga valoró la iniciativa y enfatizó en la necesidad de que ciencia y empresa se reúnan a discutir los desafíos que tienen pendientes, y a partir de ellos generar nuevas oportunidades de inversión.
"Hay que hacerse cargo de las desconfianzas que existen entre el empresariado y el mundo de la ciencia, por lo que sentarse a conversar nos parece una idea extraordinaria", expresó.
Inversión privada
Actualmente, el 0,4% del PIB nacional se destina al financiamiento de programas de ciencia y tecnología, lejos de países desarrollados como Finlandia o Canadá, que invierten un 3,4% y un 2% respectivamente.
En ambos países sólo un tercio de los recursos proviene del sector público, mientras que en Chile el porcentaje es el doble. Por ello, la principal tarea radica en estimular la participación del sector privado, algo que permitiría al país alcanzar estándares similares a los de naciones desarrolladas.
"En Chile, la inversión en I+D es muy baja en comparación con otros países, por eso es necesario que el porcentaje del PIB se duplique. Uno de nuestros focos es que esos números se reviertan y que la mayoría del I+D provenga del sector privado y no del Estado como ocurre hoy. Creemos que para eso es fundamental que ciencia y empresa conversen", recalcó Undurraga.
Para ello, lo primordial será que las empresas no sólo inviertan en temas tecnológicos atingentes a sus procesos, sino también en nuevas tecnologías que les permitan generar valor, con soluciones escalables y globales.
"Los líderes industriales deben mirar e invertir en los centros de I+D que tenemos en el país, para que así en conjunto y de forma creativa, comiencen a impulsar nuevos negocios en áreas que quizás no han sido tan exploradas", indicó Cristián Moreno, gerente del CIE.
A juicio del experto, el gran desafío de Chile es transitar de una economía de la eficiencia a una basada en el conocimiento, y que las instituciones privadas se involucren con esos saberes para generar nuevos empleos y divisas.
"Creemos que hay un tremendo potencial, pero es importantísimo que ambos sectores se conozcan. Por un lado, que los científicos conozcan los retos que tiene la industria y los industriales reconozcan que en Chile hay capacidad para acompañarlos en la resolución de sus problemas o en las oportunidades que se están detectando en base a tecnología", añadió.
Según el experto, mientras más actores se sumen y pongan en práctica una mayor articulación, se generará un mejor entorno para el emprendimiento tecnológico, con profesionales que apoyen esta labor y con inversionistas dispuestos a perseguir nuevas oportunidades.
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