Inevitablemente el crecimiento de las ciudades trae como consecuencia un aumento en los requerimientos de conectividad, tanto en el interior de estas, como en su interrelación con el resto del territorio.
En el contexto de Valparaíso, reconociendo su intrincada topografía y sus cualidades patrimoniales, se hace necesario un sistema de transporte que permita la conexión entre el Bode Costero y sus partes más altas de la ciudad. Si bien este es un trabajo que hasta ahora ha sido exclusivo de los ascensores, el proyecto de un teleférico para Valparaíso, propone cumplir estas expectativas a partir de la experiencia de empresas extranjeras que han trabajado en otras líneas de metrocable a lo largo de Sudamérica (como es el caso de la empresa Pome, que participó en el proyecto de Medellín).
El proyecto que además de mejorar la conectividad, facilitaría el desarrollo de zonas residenciales en los sectores altos de la comuna –como el nuevo polo de desarrollo en Curauma-, sale a flote una vez más luego de ser declarado como proyecto de “interés público” por el consejo municipal.
Este proyecto de teleférico para Valparaíso tiene ya bastante historia, la que comienza a partir del 2005. Sin embargo, en el tiempo, el proyecto fue frenado por la indefinición en la creación del nuevo Plan Regulador de Valparaíso, el cual determinaría las zonas por las cuales debería pasar el metrocable.Luego de ser aprobado el Plan, el proyecto fue declarado como de “interés público” por parte del consejo municipal, requisito para las empresas de ingeniería para comenzar la ejecución de los estudios de proyecto.
Según el concejal Jaime Barrientos en una entrevista otorgada al diario El Mercurio en marzo de este año, “La declaración del proyecto como de ‘interés público’ es un requisito solicitado por la empresa que ejecutará los estudios de ingeniería y que corresponde a una muestra de la voluntad política del concejo de desarrollar el proyecto”.
La idea, es que las estaciones recorran en sentido transversal Valparaíso, desde Muelle Barón –donde se incorporará a la red del Merval-, para luego seguir en ascenso hasta el Hospital Carlos van Buren. Después llegaría hasta El Vergel, que se eligió por ser una de las zonas más pobladas y de menor conexión con el resto de la ciudad. Luego la línea de metrocable seguiría hasta Mirador, La Pólvora, para finalmente terminar en la nueva localidad de Curauma.
En total, se trata de seis estaciones, una capacidad de traslado de mil personas por hora y cabinas que estarían diseñadas para unas 12 personas1.
Según el concejal Jaime Barrientos, presidente del Consejo de Desarrollo urbano de la Municipalidad de Valparaíso, la inversión se llevará a cabo a través de la intervención de privados, sumado a fondos públicos provenientes del Gobierno Regional y la Corfo. Idealmente se piensa trabajar en una mesa integrada por entes públicos y privados entre la Municipalidad, la Intendencia, la Subdere y Merval, ya que si bien el proyecto es sencillo en relación a otros proyectos de infraestructuras de movilidad, tiene un costo superior a los 17 mil millones de pesos.
La experiencia extranjera permite observar el desarrollo positivo de oportunidades derivadas de esta propuesta para Valparaíso de conectividad entre el plan y el cerro, posibilitando no sólo un transporte más expedito y eficiente para los habitantes de los sectores altos, sino que también potencial inmobiliario beneficiando el desarrollo de nuevas zonas residenciales en el cerro.
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