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jueves, noviembre 05, 2009

Argentina y Chile: Porque ya no nos comerán las gallinas ni violarán a nuestras mujeres

Encendí el televisor mientras me sentaba cerca de la ventana que daba a la transitada calle Palermo en Buenos Aires. No logré encontrar el canal internacional de Chile, a si que no me quedó otra que hacer zapping un buen tiempo antes de encontrar alguna serie gringa que me llamara la atención. No pasó siquiera un minuto cuando ya me encontraba mirando comerciales. “¿Por qué los chilenos hablan tan rápido?, Porque no usan Trident, el chicle que te ayuda con el mal aliento” Admito que cuando miré el comercial me reí. Y sí, tenía una cierta gracia, esa gracia argentina que ninguno de nosotros tiene. Las burlas por ser chilenos allá son constantes, mientras que acá, en Chile, miramos como chaqueteros y mentirosos a los argentinos. Es una rivalidad que traspasa generaciones, pero que hoy se trata de negociar.

Maipú nunca antes reflejó tanta amistad. El pasado viernes 30 de octubre las mandatarias de Chile y Argentina se reunieron en la comuna, al suroeste de la capital, para emular el abrazo de Maipú realizado en 1818 por los próceres de aquellas naciones.

Pues el abrazo no se trató de la independencia de Chile, sino que en esta oportunidad, Michele Bachellet junto con Cristina Fernández, firmaron un nuevo Tratado de Integración y Cooperación, que pretende reforzar las relaciones bilaterales entre los dos países. No obstante, ¿Por qué se hace el acuerdo ahora?

Hace 25 años Chile junto con Argentina median sus fuerzas militares en el sur del continente. Mientras ambas naciones se regían por gobiernos militares, las tensas relaciones crecieron, manifestándose a lo largo de las décadas del 50 y 80, marcando a muchas generaciones. Esta rivalidad tocó su peak, cuando en 1982 estalló el conflicto de las Malvinas. La negación por ambas partes para llegar a un acuerdo de paz sobre la delimitación del canal Beagle fue cada vez más difícil.

Por un lado, Argentina se encontraba entre la espada y la pared contra Inglaterra, mientras que Chile se internaba en fuertes conflictos internos, por lo que, bajo la frustración de los hechos, ninguna de las dos naciones quería dar su brazo a torcer. La guerra era evidente. No obstante, el Vaticano tuvo que intervenir. Para evitar la evidente guerra entre Chile y Argentina, la Santa Sede en 1984, decidió actuar como ente mediador, con el Cardenal Antonio Samoré como arbitro para la negociación de un eficiente y exitoso acuerdo. El Tratado de Paz y de Amistad dio como resultado la delimitación marítima esperada por Argentina, mientras que Chile recibió la precisión de los límites del Estrecho de Magallanes, dejando de lado las políticas expansivas del país transandino.

Este fue el primero de muchos acercamientos que lograron mantener positivas las relaciones de los países vecinos, las cuales crecieron gracias al retorno a la democracia que vivió Argentina y Chile. Sin embargo, luego de la crisis por gas causada el 2001, los buenos tratos se dejaron de lado, las enemistades regresaron y nuevamente, aquellas generaciones que se creían perdidas, volvían a causar los tan conocidos recelos entre chilenos y argentinos.

Es por esta razón, que el nuevo Tratado de Integración y Cooperación se establece para reatar todo aquel cabo suelto que se haya escapado con estos 25 años de paz.

El Tratado se enfoca en reestablecer y fortalecer las relaciones entre los límites argentinos y chilenos. Se pretende extender los sistemas de controles integrados a cinco pasos fronterizos, San Sebastián, Pehuenche, Huemules, entre otros, para así facilitar el flujo de personas y mercancías en la zona, ampliando la conectividad entre las naciones.

Por otro lado, el acuerdo se enfoca en estimular la productividad conjunta entre regiones y provincias que converjan en los límites, reforzando la importancia de los Comités de Integración. El acuerdo además contempla el compromiso de construir un tren trasandino y un túnel en el paso Aguas Negras, que uniría la región de Coquimbo con la provincia de San Juan. Por último, facilitaría la cooperación entre los consejos regionales y las legislaturas provinciales, pactando normas jurídicas y fomentando el trabajo común.

Se espera que Chile y Argentina sigan manteniendo buenas relaciones como colindantes, por lo que se estima la integración de nuevos acuerdos a convenir entre ambos países. Por otro lado, Chile debe demostrar al mundo y al tribunal de la Haya, que es una nación armoniosa con sus vecinos y en busca de la paz del continente.

Pues no queremos que los deseos de un oficial del ejército argentino que dijo: “Comeremos sus gallinas y violaremos a sus mujeres“, se hagan realidad. Los enemigos nunca son buenos.

Artículo original

11 comentarios:

  1. Anónimo10:54 a.m.

    Calle Palermo en Buenos Aires?No sera el Barrio de Palermo?
    Respecto al aviso de chicles Trident no recuerdo haberlo visto jamas en television.
    Comparar el conflicto que se suscito por el corte de suministro de gas con las relaciones tensas que mantenian ambos paises en el pasado me parece una exageracion.
    En lo demas concuerdo en casi todo.
    Saludos!

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  2. ARGENTINA ES MEGALOMANA Y NARCISISTA

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  3. Anónimo11:55 a.m.

    La Bolocco tambien!

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  4. Anónimo12:00 p.m.

    Pues claro, tiene sangre italiana.

    Saludos.

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  5. Anónimo1:40 p.m.

    BUENO QUE LES PUEDO DECIR A LA ARGENTINA LA TENDREMOS ETERNAMENTE COMO VECINA NO HERMANA COMO DICEN ALGUNOS POLITICOS, DEMAS ESTA DECIR QUE AUNQUE PARTE DE LA HISTORIA NOS UNE OTRA MUY IMPORTANTE NOS SEPARA COMO POR EJEMPLO LA COMPOCICION ETNICA DE AMBOS PAISES Y LAS DIFERENCIAS CULTURALES QUE ELLO CONLLEVA.

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  6. Anónimo2:30 p.m.

    No creo que exista tanta diferencia desde lo etnico, de hecho el 45% de la poblacion de la Patagonia Argentina es de nacinalidad chilena o tiene ancestros chilenos.
    Saludos!

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  7. Me recuerdan a las declaraciones de ciertos personajes que no nombraré.. pero ya fueron

    Yo creo que con Argentina tenemos posibilidades de integrarnos, en la medida que ya no somos tan los patitos feos (económicamente hablando, fisicamente no me atrevería a asegurarlo..:), ahora casi nosotros tenemos que cuidarnos... bueno en fín..

    encuenbtro que todo acercameinto con argentina es positivo y complementario... en la medida que hagamos las cosas bien ambos países.

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  8. Anónimo3:35 p.m.

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    ya no somos tan los patitos feos (económicamente hablando, fisicamente no me atrevería a asegurarlo..:)

    Qui buena, jajajajajaja
    Nada que agregar a ese comentario.

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  9. Oye anonimo, pero ojo, que habemos hartos adonis y tipos cool acá :)

    la aclaración del patito feo, era para que no se fijara en el lado estético del dicho.

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  10. Anónimo5:44 p.m.

    Ojala que Chile y Peru mejoren sus relaciones como lo hicieron desde 1984 a la echa Argentina y Chile.
    Yo como argentino creo que la posicion del Peru en contra de Chile se hubiese justificado con Pinochet de Presidente, pero en la actualidad me parece totalmente descabellado decir que Chile es un pais agresivo o armamentista.Estan mejorando sus FF.AA. que tenian atraso tecnologico y punto.

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  11. Viejo, Argentina...muy buen país y su gente tiene un sentido del humor único. Suerte a todos ellos.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.