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domingo, octubre 16, 2005

Una Navidad en que casi hubo guerra con Chile

Extraido de Clarin, Buenos Aires - Argentina
Guido Braslavsky.

"El plan consistía en invadir territorio chileno, y librar la batalla aeronaval y terrestre en la llanura chilena. Y después de derrotarlos decirles: 'Las islas son nuestras por la fuerza'. Era una locura, una locura..."

A fines de los 90, en prisión domiciliaria por robo de bebés, el ex dictador Jorge Rafael Videla recordó ante quien esto escribe las horas cruciales que pudieron haber desembocado en 1978 en una guerra con Chile por las islas del Canal de Beagle, Picton, Lennox y Nueva.

Aquel 1978 fue el año del Mundial, y hacia diciembre iba camino a convertirse en el año de la guerra, una experiencia desconocida en la historia moderna de la Argentina, y extraña para toda América latina.

Cerca de la Navidad —cuando la maquinaria bélica estaba en marcha, miles de soldados habían sido movilizados a las fronteras y los trenes llevaban cientos de ataúdes para poner a los muertos—, la aceptación de una mediación papal detuvo el peor desenlace.

El cardenal Antonio Samoré, enviado de Juan Pablo II, llegó en plena tensión bélica y el 26 de diciembre se entrevistó con Videla, y luego con el presidente chileno Augusto Pinochet.

En la Nunciatura de Santiago, diría una frase histórica: "Siempre hay una lucecita" de esperanza. Paciente, tenaz, lleno de buena voluntad y con el aval decisivo de Juan Pablo II, el cardenal Samoré fue clave para la paz.

A ambos lados de la Cordillera gobernaban las dictaduras, y ni siquiera su afinidad ideológica y su mutua colaboración en eliminar a sus opositores —como probó el Plan Cóndor— había conseguido atemperar el delirio militarista y la verborragia nacionalista que ponía a dos países hermanos al borde de un conflicto de consecuencias tremendas e imprevisibles.

La disputa de límites en el Canal de Beagle era centenaria. En 1971 se sometió al arbitrio de la Corona británica. Esta se limitó a suscribir, el 18 de abril de 1977, el laudo de una Corte Arbitral integrada por cinco jueces de la Corte Internacional de La Haya, cuyo resultado era un completo desastre para la Argentina.

Reconocía la soberanía chilena de las islas y, lo más grave, Chile adquiría el derecho a la proyección marítima de 200 millas en el Atlántico, derrumbando ostensiblemente el principio bioceánico. La Argentina rechazó el laudo y en 1978 hubo arduas negociaciones. En El Plumerillo y Puerto Montt, dos cumbres Videla-Pinochet. En Buenos Aires, el nuncio Pío Laghi y el embajador estadounidense Raúl Castro buscaban evitar el conflicto. Hubo misiones secretas de la Cancillería a Washington y al Vaticano.

Dentro de la dictadura pujaban "palomas" —Videla, el jefe del Ejército Roberto Viola, un sector aeronáutico— y "halcones": la Armada, los dueños de los "fierros" en el Ejército (los generales Suárez Mason, Vaquero, Galtieri, Luciano Benjamín Menéndez).

La Argentina iba a empezar las hostilidades el 22 de diciembre, a las diez de la noche. Horas antes hubo una reunión de Videla y los comandantes.

En ese momento llegó el cable papal, y su propuesta de un enviado. "Sobrevino una discusión muy dura. No era fácil parar la maquinaria de la guerra porque ya se había dado la orden, los buques navegaban rumbo al objetivo (...). En ese clima era muy difícil decir 'Muchachos, paremos...," recordó Videla.

La mediación se formalizó con el Acuerdo de Montevideo. Seguirían años de tratativas, y algunas tensiones. Desgastado, con problemas de salud, Samoré murió de un paro cardíaco en Roma en febrero de 1983. La restauración democrática en la Argentina abriría una nueva fase con la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984, que puso fin al conflicto, y fue ratificado de manera abrumadora— por un 81,5 por ciento — en un plebiscito.

1 comentario:

  1. Videla paró la guerra, eso no se dice porque no es político, pero es la verdad absoluta.-

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.