Extraído de La Primera, Lima - Perú
Así definió el director de este diario a esa suerte de nazismo cholo que es la ideología de los Humala. Nacionalpopulismo. O nacionalismo populachero, si cabe. Que no es sino el pensamiento de los que sonríen con desprecio.
De los que quieren trocear el país. De los que siembran odios y recolectan miserias. De los que quieren dividirnos en tutsis y hutus.
Ojo con él. Porque no descansa. Ataca como una fiebre. Y como buen anacronismo, funciona como tratando de recuperar el tiempo perdido. Sus planteamientos, siempre torticeros en la interpretación de la Historia, no son sino contumacia sin tregua.
Otra cosa es el patriotismo que se nutre de sentimientos sencillos y nobles que nada tienen de fundamentalistas. El patriotismo forma parte del sentimiento común de la ciudadanía, y no de las tendencias ideológicas.
Gabriel Albiac retrata muy bien al nacionalista típico: “Tal vez lo más terrible de esa cosa sin cerebro que es un nacionalista radique en su esencial carencia de sentido del ridículo.
Pero para sentir vergüenza ante los propios papelones se precisa un umbral neuronal mínimo (...) Para cumplir la condición fundante de todo nacionalista se requiere una sobredosis monstruosa de sentimentalidad y una inteligencia tan sutil como la de un alcornoque”.
El caso de Hitler sigue siendo paradigmático. Como los judíos habían provocado la ruina de Alemania, según su peregrino análisis, entonces había que exterminarlos. Como los polacos siempre tendrían intenciones agresivas contra los germánicos, entonces debía invadírseles.
Es decir, como dice Federico Jiménez Losantos, el nacionalista se concede a sí mismo el derecho histórico de ajusticiar a cuenta del ayer y de abusar, porque considera a sus enemigos sin derecho a protección.
Así es el modelo intelectual del nacionalismo, que se alimenta de la marginación y del rechazo a la institucionalidad existente, dispuesto a avasallar y arrasar con todo aquello que estorbe su fantasía racista o tribal.
Porque todo vale en el nacionalismo, ese peligro totalitario que empieza a asomar su cabezota en el Perú, y tiene el rostro ofidio de los Humala.
Algunas doctrinas etnocaceristas:
- Fusilar a todos los peruanos "traidores", blancos.
- Cultivar el odio hacia Chile, y una vez en el poder, declarar la guerra a ese país.
- "Reinstaurar" un reino (que nunca existió), llamado Tawantinsuyo, que cubra Ecuador, Perú, Bolivia y el norte de Chile (de ahí la "necesidad" de la guerra con Chile).
La doctrina etnocacerista de los hermanos Humala, ha ido ganando adeptos en Perú, lo que ha despertado la preocupación de algunos medios de comunicación.
lunes, octubre 17, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario