Piñera, el virtual ganador de las elecciones presidenciales en Chile aseguró en campaña que desplegará una estrategia libremercadista para su país y readecuará las alianzas en Sudamérica.
Piñera, el virtual ganador de las elecciones presidenciales en Chile aseguró en campaña que desplegará una estrategia libremercadista para su país y readecuará las alianzas en Sudamérica.
En especial, Piñera tomó distancia del proyecto bolivariano del presidente Hugo Chávez en Venezuela. “No es una democracia”, dijo sin ambages reiteradamente en campaña.
Pero además declaró los últimos años su cercanía con Colombia y el presidente Álvaro Uribe, a quien visitó personalmente y le pidió consejos para gobernar ya en 2008, en una gira por ese país.
Lo anterior generaría un bloque de perfil neoliberal en la Unión Sudamericana de Naciones, conformado por Chile, Colombia y el Perú, todos gobiernos distantes del eje venezolano, al que se suman Bolivia y Ecuador.
El ascenso de Piñera al poder, en lo que sería el primer triunfo de la derecha desde 1958, también implicaría un bloqueo al deseo de Bolivia de obtener una salida al mar, precisamente, por territorios chilenos.
“No cederemos parte de nuestro territorio ni mar”, prometió Piñera en reiteradas ocasiones. “Vamos a facilitar el acceso de Bolivia a nuestros puertos, pero no vamos a ceder territorio”, acotó.
Igualmente, Piñera señaló que continuará la estrategia de defensa de su país ante la Corte Internacional de La Haya, tribunal en el que el Perú demandó por territorios marítimos a Chile.
Pero Piñera sabe que no puede generar conflictos con todos sus vecinos, debido a los miles de millones de dólares que las empresas chilenas han invertido en Sudamérica. Él mismo es dueño de Lan Perú, por lo que aseguró que fortalecerá lazos con América Latina, en una señal que el país tampoco abandonará las políticas de Estado construidas con el concurso de la derecha los últimos años.
Juan Gabriel Valdés, director ejecutivo de la Fundación Imagen de Chile, gubernamental, y Carlos Catalán, magíster en Sociología de las comunicaciones de la Universidad Católica, concordaron en que la inequidad es el gran déficit actual de Chile.
Valdés dijo que la solución es menos individualismo y mayor confianza recíproca. En cuanto a la inmigración en las últimas décadas, principalmente de peruanos, los dos coincidieron en que es uno de los cambios más perceptibles en el país.
El escritor chileno Rafael Gulmucio afirma con dureza: “Chile es uno de los países más desiguales del mundo. Tiene niveles de desigualdades que se equiparan con algunos países de África. Nadie desea hablar del tema. Hemos escondido esta desigualdad bajo un manto de pudor”.
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