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lunes, noviembre 09, 2009

Brasil sugiere que Argentina y Chile cedan sus reclamaciones antárticas a "grupo sudamericano"

Nota: Absurdo. Las reclamaciones antárticas de Chile se basen derechos y documentos coloniales (utis possidetis). Todos los demás reclamantes lo hacen en base a exploraciones del territorio o supuestas "proyecciones" de sus territorios sobre la Antártida. Al parecer a los vecinos sudamericanos se les está abriendo el apetito por la Antartida. Los peruanos, por ejemplo, han levantado sus propias teorías sobre fantasiosos derechos antárticos y ¡proyección de sus costas! sobre el continente blanco, siendo que están más cerca del Ecuador que de el polo sur.

Colaboración de kENNYARICA

El gobierno argentino reaccionó con inusitada dureza ante planteamientos realizados por el ministro de Defensa de Brasil, Sr. Nelson Jobim, en una conferencia dictada en Buenos Aires el pasado 5 de Octubre, en que el personero de Brasilia sugirió que la Argentina y Chile no serían capaces por si solos de defender sus reivindicaciones antárticas frente a los designios de potencias extra-regionales, por lo que sería mejor que pusiesen dichas reclamaciones territoriales en mano del conjunto de los países sudamericanos. La situación fue revelada por el cientista político Rosendo Fraga, en una de sus columnas regulares en el diario bonaerense LA NACION.

Las propuesta, realizada a título personal por el personero brasileño, en la práctica resultaría que la Argentina y Chile tendrían que compartir sus derechos con otras naciones sudamericanas –probablemente en el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR)- incluyendo aquellos relativos a la eventual explotación de los recursos minerales, marinos y acuáticos en la zonas reclamadas en el continente blanco. La propuesta no es desinteresada, porque el país que más se beneficiaría de dicho arreglo sería precisamente Brasil, nación que ha evidenciado un fuerte interés en la Antártica a lo largo de los últimos años, expresado en la apertura de bases y la adquisición de dos navíos de apoyo e investigación polar.

De acuerdo a lo revelado por el doctor Fraga, las autoridades del gobierno federal argentino ya estaban prevenidas respecto de los contenidos de la conferencia del Sr. Jobim, aunque no se sabe si por el propio ministro brasileño o su servicio de inteligencia. Ninguna autoridad del gobierno federal ni oficiales militares argentinos asistieron a la conferencia, a pesar de que los organizadores –la editorial TAEDA y su revista DEF- habían cursado las invitaciones respectivas. Según Fraga, los militares argentinos recibieron un memorando que les prohibió expresamente asistir al evento que se desarrolló en el Palacio Balcarce. Contra la costumbre protocolar de que, pese a no ser una visita oficial, los ministros extranjeros sean recibidos por su contraparte local, Jobim no fue recibido por la ministra de Defensa de la Argentina, Sra. Nilde Garré.

Pero las demostraciones de desagrado de las autoridades argentinas no culminaron allí. El rechazo a la propuesta de Jobim habría sido, según Rosendo Fraga, la verdadera razón de la suspensión de la participación en los ejercicios navales binacionales FRATERNO, que debían tener lugar en el litoral de ese país. Sin embargo, oficialmente se dijo que fue porque el congreso no aprobó a tiempo las maniobras. Brasil fue notificado de que las unidades navales argentinas no estarían disponibles para las maniobras en el último momento, cuando su fuerza se dirigía al encuentro de las unidades argentinas.

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sábado, octubre 31, 2009

Vientos nucleares en América Latina

Colaboración de Javier

Uno de los brillos de América Latina es no haber introducido la más letal de las armas de destrucción masiva: las bombas atómicas. Pero esta feliz condición es amenazada, al menos de palabra por el momento. La semana pasada José Alencar, Presidente en ejercicio de Brasil pues el primer mandatario Luiz Inácio Lula de Silva se encontraba en Estados Unidos, declaró que un “arma nuclear utilizada como un instrumento de disuasión es de gran importancia para un país de quince mil kilómetros cuadrados”. Alencar, que fue ministro de Defensa 2004-2006, abundó: “ No estoy diciendo que Brasil va hacer eso (fabricar armas atómicas)…estoy haciendo un análisis como brasileño. Si estuviéramos en esas condiciones ¿se imagina lo que sería Brasil? La respetabilidad del país crecería mucho. Existe esa frase que dice que la fuerza es el derecho y la justicia es el poder del más fuerte”.

Las palabras de Alencar fueron dichas el jueves de la semana pasada. El mismo día que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pasaba una resolución unánime contra la proliferación nuclear. Todos los países presentes apoyaron la moción de Estados Unidos, en una reunión presidida por el Presidente Barack Obama, que además llamaba a trabajar por el desarme y reducir el riesgo del “terrorismo nuclear”.

No es la primera vez, en los últimos tiempos, que autoridades brasileñas manifiestan que sería conveniente contar con armas nucleares. El general de ejército José Benedito de Barros Moreira proclamó, en noviembre de 2007, que Brasil podría requerir de bombas atómicas para defender su patrimonio. El general brasileño en su condición de Secretario de Política, Estrategia y Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa, dijo que contar con semejantes armas se justificaría dado que Brasil es el blanco de codicia internacional pues en su opinión: “El mundo carece de agua, energía, alimentos y minerales. Brasil es rico en todo eso”. Moreira declaró en un programa televisivo que “nosotros tenemos que tener en Brasil la posibilidad futura, si el Estado así lo entendiera, de desarrollar un artefacto nuclear. Ya que no podemos quedar ajenos a la realidad del mundo”.

El general no elucubró sobre los peligros que acechan a su país pero avanzó que “estamos captando en el área sudamericana puntos de tensión que se pueden desarrollar y que deben ser observados y acompañados”. No dejó mucho espacio a la imaginación dado que el Presidente venezolano Hugo Chávez venía de reafirmar la voluntad de desarrollar una capacidad nuclear, según lo estipulado por el mandatario, para fines pacíficos. Venezuela ha estado en negociaciones con Argentina, Rusia y, mas recientemente, con Irán en materia de cooperación nuclear.

El Presidente Alvaro Uribe no perdió la oportunidad para denunciar la situación: "A nosotros sí nos preocupa mucho, y no puedo dejar de decirlo, que se lleven para nuestro vecindario la guerra nuclear… Eso no lo podemos permitir de ninguna manera "¿Uribe está preocupado por las palabras de Alencar y los planes brasileños de construir un submarino nuclear? No, sus dardos apuntaban a Venezuela y sus acuerdos con Rusia e Irán. Chávez recogió el guante y, sin aludir en forma directa al mandatario colombiano, advirtió que las acusaciones contra su país eran parte de una campaña para justificar agresiones futuras.

América Latina es una región pionera y ejemplar pues en 1967 fue firmado el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, más conocido como el Tratado de Tlatelolco. Al año siguiente fue establecido el Tratado de No Proliferación (TNP) que entró en vigor en 1970, que establece que los países que poseen armas nucleares facilitarán tecnología para producir energía núcleo-eléctrica. A cambio los que aún no tiene estas armas se comprometen a no desarrollarlas. Los países con arsenales atómicos, por su parte, frenarán la carrera armamentista en este campo e iniciarán un desarme gradual. El tiempo ha revelado grandes falencias en la aplicación del TNP. Mientras los países no nucleares están sometidos a un sistema de inspecciones, llevadas a cabo por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) de Naciones Unidas, los países con tecnología nuclear no han estado tan dispuestos a compartirla. Tampoco se apuraron en el desarme. Esto contribuyó a que Estados que estaban cerca de obtener sus bombas, como India y Pakistán, acelerarán sus esfuerzos y hoy dispongan de ellas.

Brasil tiene aspiraciones a ocupar un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas junto a Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia. Algunos de sus estrategos piensan que un artefacto nuclear les dará el ancho para codearse con las potencias. Un Brasil con armas atómicas constituiría una traición a la vocación de paz de Latinoamérica. Peor aún, representaría un peligro para sus vecinos, se convertiría en un blanco de otras potencias, sería un desincentivo a la integración ante una nación con ínfulas imperiales, y serviría de excusa para que otros transiten por el mismo callejón destructivo. Lo más probable es que Brasilia no tenga intenciones de abandonar el TNP o el Tratado de Tlatelolco. De entrada si aspirase construir armas atómicas tendrá que reformar su constitución que lo prohíbe en forma explícita. Los trasnochados sueños de grandeza solo despiertan desconfianza. Brasil debe perseverar en su liderazgo democrático y constructivo.

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domingo, septiembre 13, 2009

EE. UU. no quiere y Brasil no puede

Brasil no tiene la menor vocación de potencia regional, ni tiene deseos de dirigir a sus vecinos

Estados Unidos no tiene el menor interés en seguir siendo la potencia responsable de la estabilidad y el buen gobierno en América Latina. Esa fue una incómoda tarea del siglo XX. Todo eso se acabó. Al desaparecer la URSS, los políticos estadounidenses ya no sienten ningún peligro potencial para la seguridad nacional procedente de la región. Cuba les parece una dictadura decrépita que desaparecerá a corto o medio plazo por consunción, como les sucede a los ancianos golpeados por la caquexia. A Chávez lo ven como un loquito pintoresco, exportador de petróleo, capaz de hacerles mucho daño a los venezolanos y a sus vecinos, pero no a ellos.

Es verdad que Castro y Chávez están embarcados en una cruzada delirante, encaminada a revivir la conquista del planeta para la causa del Socialismo del siglo XXI, pero la consecuencia de ese disparate (por ahora) solo afecta a las víctimas directas de sus maquinaciones. Incluso, en un conflicto como el ocurrido en Honduras, a Washington no le ha importado coincidir con los objetivos de sus enemigos, aunque el control de ese país por el chavismo eventualmente signifique otro par de millones de hondureños ilegales en EE. UU., huyendo de la hambruna, el cierre de la base de Palmerola, como ya ocurrió con la de Manta en Ecuador, y otra pista de despegue para los narcos. En definitiva, peccata minuta .

Brasil no es potencia. Naturalmente, EE. UU. preferiría que los países latinoamericanos fueran democráticos, prósperos y sensatos, como los de la Unión Europea, por ejemplo, pero Washington ya no siente ninguna urgencia de guiarlos en esa dirección. Le gustaría, eso sí, que Brasil lo sustituyera en ese abandonado liderazgo, y tratan de engatusar a sus líderes para que asuman ese rol, pero este deseo no pasa de ser una ingenua ilusión absolutamente irreal. Brasil es, en efecto, del tamaño de EE. UU., tiene 200 millones de habitantes y posee ciertas zonas parcialmente desarrolladas, como sucede en Sao Paulo, pero dista mucho de ser una potencia. Basta revisar el CIA Fact Book por Internet para comprobarlo: la economía brasileña es de apenas dos billones de dólares (trillions en inglés), y en ningún campo realmente importante resulta puntera e innovadora. Más del 30 por ciento de su población es muy pobre. Tiene una de las distribuciones de ingresos más desiguales del planeta (56,7 en el índice Gini), mientras su per cápita anual, medido en paridad de poder adquisitivo, es de apenas $10,000. Ocho países latinoamericanos lo superan en este rubro, y uno de ellos, Chile, lo hace por un 50 por ciento.

Corrupción vergonzosa. Su nivel de corrupción 3,5 según “Transparencia Internacional”, es vergonzoso y peor que el de varios países africanos. Mantiene una economía protegida, que impide la competencia y el comercio internacional intenso. El “Índice de libertad económica” le asigna una puntuación de 56,7, que se traduce como “economía no libre” (hay 104 países más libres que Brasil en ese índice). Su burocracia es lenta y torpe. Sus universidades son mediocres, con muy pocos centros de excelencia. El número de patentes científicas originales es ridículamente bajo, más reducido que el de Israel, que apenas tiene 8 millones de habitantes. Pero hay algo más trascendente que todo eso: Brasil no tiene la menor vocación de potencia regional. Siempre ha vivido de espaldas a Hispanoamérica (y viceversa), y, por lo menos desde el establecimiento de la República (1889), no siente el deseo de imponerse y dirigir a sus vecinos, lo que no le ha impedido despojar de algunos territorios limítrofes a Argentina, Paraguay, Bolivia, Guyana, Perú y Colombia.

Liderar cuesta dinero, a veces hay que usar la fuerza, y el país, que ni siquiera consigue poner orden en las favelas, lleva demasiado tiempo volcado hacia dentro para reinventarse a estas alturas como los Estados Unidos de Sudamérica. No le interesa. No lo desea. No puede. No tiene fuerzas. Pretende, en efecto, ser importante, pero sin asumir responsabilidades internacionales. Nada de esto quiere decir que Brasil no sea un sitio agradable y divertido para vivir, más grato que muchos países hispanoamericanos, sino que es absurdo pedirle peras al olmo. Nunca funciona.

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viernes, septiembre 11, 2009

¿Para qué quiere Brasil un submarino nuclear?

Curiosa coincidencia: el pasado martes, un día después de anunciar a los brasileños que “no vamos a deslumbrarnos y salir por ahí, como nuevos ricos, gastando el dinero en tonterías”, a raíz de nuevos hallazgos de gigantescas reservas de petróleo, el presidente Lula da Silva firmó un cheque de más de 12 mil millones de dólares a su homólogo francés Nicolas Sarkozy para que éste arme hasta los dientes al gigante sudamericano. Y como cereza de este fabuloso contrato: un submarino nuclear.

Dado que entre el dicho y el hecho apenas pasó apenas un día, se entiende que gastar esa increíble cifra de dinero en la carrera armamentista no es para Lula da Silva un derroche de nuevo rico, aunque Brasil siga siendo una de las naciones más desiguales del planeta, con 42 millones de pobres.

No suena del todo convincente la excusa oficial, explicada por el asesor de estrategia de la Marina, Emilson Paiva de Faria, de que, como 90 por ciento del petróleo brasileño viene del mar, el país necesita una potente armada para repeler “todo tipo de ataques, como piratas e incluso terroristas”. Lo de un ataque pirata –¿para “ordeñar” crudo de las plataformas?, ¿para secuestrarlas?– suena a broma, lo de un ataque terrorista, por lo menos se podría matizar.

Ya hubo en su momento advertencias infundadas sobre un posible atentado contra el campo petrolero mexicano de Cantarell, en plena paranoia tras el 11-S de Al Qaeda. Seguramente los ricos emiratos del Golfo Pérsico también habrán recibido amenazas similares, pero ninguna nación petrolera ha tenido la necesidad de comprar un costosísimo submarino nuclear para proteger su industria petrolera en alta mar. Es más, cuando Francia entregue a Brasil dentro de varios años su juguete atómico, ese país se habrá convertido en la única nación en poseerlo, aparte, claro, de las cinco potencias nucleares oficialmente reconocidas, EU, Rusia, China, Francia y Reino Unido.

En cualquier caso es inquietante comprobar cómo los dos países sudamericanos que más caja han hecho en los últimos años con la riqueza petrolera, Brasil y sobre todo Venezuela, están dando máxima prioridad a la compra de armas, espoleando una carrera armamentista en plena crisis económica mundial, que festejan las naciones fabricantes y preocupa a las otras potencias de Sudamérica, como Argentina, Chile y Colombia.

Precisamente el acuerdo militar entre Colombia y EU, por el que el presidente Álvaro Uribe permite a las tropas estadunidenses el uso de al menos siete bases repartidas por todo el país, con la misión (oficial) de combatir con más eficacia al narcotráfico y sus aliados de la guerrilla, ha sido la excusa perfecta para que el venezolano Hugo Chávez asegure que habrá guerra en la región y que la alianza Bogotá-Washington es para invadir Venezuela y robarle su petróleo. A estas alturas ya nadie hace caso de las ocurrencias y paranoias del mandatario revolucionario, pero a él no le importa, y ayer mismo estaba en Moscú de compras. Ahora dice que necesita tanques, pero antes de que convirtiera a Colombia como la amenaza regional ya se había surtido de decenas de miles de rifles y hasta lanzamisiles, muchos de los cuales, casualmente, fueron a parar a manos de los narcoguerrilleros de las FARC, sus aliados ideológicos.

No sabemos cómo habrá sentado a Chávez la noticia del submarino nuclear brasileño, suponemos que con envidia, por no haber sido el mandatario venezolano el primero en encargarlo. Incluso, puede que, aprovechando su estancia en Rusia, o sus llamadas permanentes a su amigo el iraní Mahmud Ahmadineyad, esté negociando ya la compra no de uno, sino de dos submarinos atómicos, para eso tiene más petrodólares qué gastar en lo que le dé la gana.

Y es que, al parecer, este tipo de noticias infla mucho el fervor nacionalista. Esta historia me recuerda a la que narraba el francés Dominique Lapierre en su libro La Ciudad de la Alegría, el barrio más miserable de la más miserable de las ciudades indias, Calcuta, cuyos habitantes saltaban de alegría y festejaron toda la noche el anuncio de que India poseía ya la bomba nuclear. Muertos de hambre, pero eso sí, con arma de destrucción masiva.

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jueves, septiembre 03, 2009

Perú: Terroristas derriban helicoptero y asesinan a pilotos

Nota: Lamentable, pero eso pasa cuando los peruanos se dejan distraer con Chile, mientras en la selva peruana se va gestando una nueva FARC. Las guerras de Perú son contra el narcotráfico, Sendero Luminoso, la pobreza extrema, la corrupción... no contra un país que invierte miles de millones de dólares para crea trabajos y desarrollo en Perú. Afortunadamente, entre Peru y Chile no hay selva donde estos individuos puedan penetrar, aunque no faltarán lo que se contagien de sus "ideales", apoyados económicamente por Hugo Chavez.

Mueren dos mayores de la FAP y cuatro militares son heridos.

De nunca acabar. Dos mayores de la Fuerza Aérea perdieron la vida ayer luego de que el helicóptero M-17 en el que viajaban fuera derribado por armas de fuego de elementos subversivos en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), cuando se prestaban a rescatar a tres soldados del Ejército heridos durante un ataque perpetrado unas horas antes.

El ministro de Defensa, Rafael Rey, informó ayer que fueron enviados dos helicópteros a la zona en conflicto para recoger a los tres heridos. Uno de ellos fue derribado cuando se disponía a aterrizar.

Producto del ataque perdieron la vida los mayores FAP Ángel Bejarano Pacheco y Jorge Sánchez Pérez, además el comandante del Ejército Eric Pasquel Alfaro resultó herido.
“La manera más eficaz de evitar estos enfrentamientos es retirarnos por completo de la zona, ¿eso es lo que el Perú quiere?, ¿eso es lo que debe hacer el Estado peruano?, ¿eso es lo que el gobierno debe hacer?, ¿eso es lo que nuestra Fuerza Armada debe hacer? La respuesta es no, tenemos que estar ahí”, refirió Rey.

“Amenaza”

Consultado por EXPRESO sobre si esta nueva seguidilla de ataques subversivos representa una amenaza para el país, el titular de Defensa consideró que sí.

“Mientras amenacen la vida de una sola persona, para mí constituye un peligro, no para el país, no para la democracia, pero sí para una parte del Perú”, dijo.

Rey además aseguró que el rescate de los dos mayores FAP fallecidos y de los heridos se hará de todas maneras “en el momento preciso” pero sin informar a la opinión pública para que no pueda ser mal utilizado por los subversivos.

El ministro además consideró que de todas maneras las acciones en el VRAE son muy riesgosas, pues esta zona está prácticamente tomada por remanentes de Sendero que se han aliado al narcotráfico.

Armas robadas a las FF AA

Fuentes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas informaron que las armas que derribaron el helicóptero M-17 habrían sido unas PKM que fueron robadas por los terroristas en octubre de 1999, cuando éstos derribaron un helicóptero en el que se trasladaba el general EP Eduardo Fournier. Otra arma podría haber sido una RPG Intralaser.

Las mismas fuentes cuestionaron que el ministro Rafael Rey haya anunciado la mañana de ayer que se iba a rescatar a los tres heridos en esta zona, cuando bien se sabe que todas las operaciones con helicópteros son “confidenciales”.

El dato

La operación de estos dos helicópteros era para rescatar a los tres soldados que quedaron heridos luego de un enfrentamiento de militares con remanentes senderistas en Junín, ocurrido el martes en la noche.

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domingo, agosto 30, 2009

Tres mensajes estilo Maquiavelo

por José Rodríguez Elizondo

Nota: Hace ya tiempo Perú declaró una guerra de baja intensidad a Chile, que ahora García ha reconocido. Chile debe dejarse de inocencias y actuar acorde al desafío planteado por Perú (y no hablo de un conflicto militar, hay que responder a la guerra de baja intensidad y dejarse de "enviar señales de buena vecindad" a un vecino al que no le interesan. Chile debe recuperar su crecimiento acelerado).

Con su impactante entrevista para La Tercera, del día 23 de agosto, Alan García se saltó toda mediación diplomática, para enviar sendos mensajes a la vena a Hugo Chávez, Evo Morales y Michelle Bachelet.

1.- A HUGO CON RESPETO

El mensaje para Chávez es altamente maquiaveliano, pues entre ambos existe un notorio respeto sin amor. Para el venezolano, García es el único que no mira para otro lado cuando él habla y que se atreve a discutirle con lenguaje de cantina, sin miedo al ridículo. Además, sabe que es el único líder latinoamericano que ha dejado fuera de combate a su "papá" Fidel Castro (cuando polemizaron sobre la deuda externa en los años 70).

García, por su parte, sabe que Chávez tiene un peso decisivo en la balanza geopolítica peruana, por sus vínculos con las FARC y su fuerte influencia en los gobiernos de Argentina, Bolivia, Ecuador y Nicaragua. También sabe que tiene una relación complicada con Chile, que financia sedes del ALBA en el Perú y que apadrina para sucederle a Ollanta Humala, el jefe etnocacerista.

En ese contexto, García sugiere un pacto de no agresión. Esto significa que seguirá mirando al infinito mientras Chávez polariza todo lo polarizable, siempre que no siga entrometiéndose en su país. Como contrapartida, él se mantendría ajeno a las "cumbres" -como hasta la fecha- conformándose con una sólida amistad de bajo perfil con Lula.

Si el venezolano no acepta, le disputará el protagonismo, se incorporará al "antichavismo" y le reventará los escenarios regionales, tal como Chávez se los reventó a Lula, con paradigma en Unasur. Todo esto lo encapsula en su respuesta a la pregunta sobre si mejoraría su relación con Bolivia si Chávez no existiera. Con rica ambigüedad, García apunta a la vena astuta del venezolano: "A veces creo que sí y a veces que no".

2.- DURO CON EVO

En cuanto a Bolivia, García activa un crudo efecto-demostración. Si luce dispuesto a enfrentar la exasperación del conflicto con el bien estructurado Chile, con más razón está listo para restablecer la hegemonía geopolítica peruana sobre el antiguo Alto Perú.

Con ese objetivo, envía señales a la vena autoconservativa de Morales, aserruchándole el piso de la opinión pública. Al efecto, lo acusa de ser "obsecuente" (sometido) con Chile y de actuar presionado por el miedo a perder más territorio. Así agitado el espectro del antichilenismo boliviano, advierte que, mientras el conflicto chileno-peruano es bilateral, la eventual negociación de Bolivia con Chile es trilateral.

García deja, con esto, dos cosas en claro: Una, que no acepta discutir si la demanda peruana perjudica o no las expectativas bolivianas de salida al mar por Arica. La otra, que Morales no debe seguir negociando con Bachelet a espaldas del Perú. Es que, como el alcalde de la Pérgola de las flores, en materia de bilateralismo y trilateralismo él hace lo que le conviene más.

Sin embargo, García también muestra una zanahoria. Si Morales volviera a discutir su aspiración marítima con el Perú de manera previa, él podría recompensarlo. Lo sugiere al decir que el proceso de La Haya no dificulta "necesariamente" la posibilidad de un corredor boliviano, pues deja "espacio suficiente para que, si Chile quiere, llegue a un acuerdo con Bolivia".

Uno hasta puede imaginar la frase coloquial: "Oye Evo, si dejas de bypasearme, de entrometerte, de adorar a Chávez y de llamarme gordo neoliberal, yo elimino el serrucho y ahí vemos qué se hace".

3.- FIRME CON MICHELLE

Para nuestra Presidenta, el mensaje oculto es que el conflicto con Chile no es por el abstracto imperio del Derecho, sino por la concreta hegemonía en el Pacífico Sur. Ese semi-sinceramiento muestra a García dirigiendo lo que los especialistas llaman "estrategia de aproximación indirecta". Es decir, un conjunto de políticas que buscan establecer una superioridad sin guerra… en la medida de lo posible. De ahí su conversión al nacionalismo básico (nacionalismo significa potenciar el país), su énfasis en ganar la competencia económica con Chile, su confianza en la superioridad de El Callao sobre Valparaíso y su táctica subestimación del potencial militar chileno.

De paso, aprovecha para recordarle a Bachelet que él quiso evitarle y evitarse la ordalía de La Haya. Lo hace mediante una intencionada hipótesis retroactiva, según la cual el conflicto se pudo negociar de manera diplomática, mediante "una variación del ángulo que matara el tema para siempre". Es obvio que alude a aquella reunión en La Moneda, previa a su toma de posesión -analizada en mi libro De Charaña a la Haya-, en la cual habría chocado contra la línea chilena de la inexistencia de toda controversia.

Sobre esas bases, ya no pretende que entre Lima y Santiago la vida siga igual, mientras los juristas pleitean en La Haya. Ahora acepta como "natural" que la demanda suscite resquemores en Chile y que Bachelet no luzca sonriente "como si nada hubiera pasado".

Dicho en chileno, el mensaje sintético de García es "afírmate Michelle, que vamos a galopar".

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miércoles, agosto 19, 2009

La geopolítica del litio y el carro híbrido: momento estelar de Sudamérica

Colaboración de Selknam

Nota: Siempre me pregunto por qué CORFO no impulsa la creación de empresas de tecnología que permitan agregar valor -en suelo chileno- a recursos como el cobre o el litio. ¿Por qué exportar litio, si podríamos exportar baterías? ¿por qué exportar cobre si podríamos exportar cables? Y no sirve culpar a Pinochet, porque 20 años de Concertación tampoco han cambiado eso (de hecho, llevan 3 años más que los que duro Pinochet en el poder. Ya esta bueno que se dejen de dar justificaciones).

Como consecuencia de la crisis energética global, las entidades deficitarias en hidrocarburos –Estados Unidos, la Unión Europea, Japón y, en menor medida, China e India– buscan desesperadamente fuentes alternativas para lanzar masivamente el carro eléctrico híbrido, donde el litio jugaría un papel preponderante.

¿Opera EU la "transición energética" a otro tipo de combustibles para depender geopolíticamente menos de los pletóricos hidrocarburos en la región del Golfo Pérsico?

Stratfor (17/8/09), centro de pensamiento texano vinculado al Pentágono y a Israel, consagra un análisis de corte geopolítico al carro eléctrico híbrido y a la utilización de la batería a base de litio que le otorgará gran poder a Sudamérica, en general, y a la región andina de Bolivia, Chile y Argentina, en particular, donde se concentran las mayores reservas del metal alcalino, por cierto, altamente inflamable.

Las principales automotrices del planeta todavía sin quebrar han empezado a adoptar el vehículo eléctrico híbrido que anuncia una carrera por el control de las fuentes planetarias del litio para producir sus baterías.

Stratfor, defensor a ultranza de los intereses trasnacionales israelí-anglosajones, emprende la apología del litio –del que existen pocos depósitos en el mundo–, primordialmente en Sudamérica: "la más eficiente materia prima para la producción de baterías". Remata Stratfor que conforme la demanda se incremente los países con grandes depósitos –Bolivia, Chile y Argentina– "jugarán un mayor papel en la economía global".

¿La instalación de las siete bases militares estadunidenses en Colombia, al unísono de la balcanización de varios países vecinos, forma parte del jaque bélico de Washington a los hidrocarburos y a los metales estratégicos, como el litio, de Sudamérica?

Stratfor abulta "las preocupaciones (sic) globales sobre la seguridad energética y las emisiones de carbono que se han disparado", y publicita el uso de los vehículos híbridos que "combinan fuentes de poder eléctrico y de gasolina". La electricidad provendría de la fuente de litio.

No sólo Bolivia, Chile y Argentina subirán al estrado estelar del litio, también aquellas naciones que posean "la tecnología para el procesamiento y la manufactura de baterías tendrán un ascenso significativo", según Stratfor, para quien pocas empresas poseen la tecnología para procesar el litio: "siete en Japón, dos en EU y una en China", aunque la parte más especializada (la producción de la sal electrolítica: el hexafluorofosfato de litio) solamente la detente Japón (en Okayama y Osaka). Stratfor empuja a la complementariedad de Japón y Chile: "los centros tecnológicos de Japón y las minas de litio de Chile serán cada vez más importantes en la economía global".

Ahora sí que hay que tomar con cautela las cifras de 2008 sobre las "reservas estimadas y probadas" de litio que difunde generosamente el centro geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Las "reservas estimadas" de los cinco primeros países a escala global: 1. Bolivia, con 5.5 millones de toneladas (MdT); 2. Chile, 3 MdT; 3. Argentina, 2 MdT; 4. China, 1.1 MdT, y 5. Brasil, 900 mil toneladas.

Llama la atención que Bolivia no exhiba producción alguna ni tenga "reservas probadas", mientras que tanto Chile como Argentina ostenten las mismas "reservas probadas" que las "estimadas".

En el presente, el níquel –cuyas reservas principales se encuentran en Australia, pero sus máximos productores son Rusia, Canadá e Indonesia– constituye el material para las baterías muy caras del carro eléctrico híbrido, y pronto, augura Stratfor, será desplazado por el más barato litio.

El porcentaje de la producción anual mundial de litio, según Stratfor –que extrañamente excluye a EU–, coloca a Chile en primer lugar, con 43.9 por ciento, seguido de Australia, con 25.2; China, 12.8; Argentina 11.7, y con un solo dígito Canadá, 2.6; Portugal, 2.1, y Zimbabwe, 1.1.

Queda claro que, desde el punto de vista tecno-geoeconómico, la anglósfera de Estados Unidos y Gran Bretaña domina el mercado del litio con más de 70 por ciento de la presente producción en Chile (enclave anglosajón desde Pinochet), Australia y Canadá. Lo que oculta malignamente Stratfor es que la empresa privada Sociedad Química y Minera de Chile, SA (SQM), no solamente produce casi la tercera parte de carbonato de litio en el mundo, sino que, peor aún, está controlada por el sobrendeudado Julio Ponce Lerou: ex yerno de Pinochet (Forbes, 30/10/08). La canadiense Potash Corp. posee 32 por ciento de las acciones (igual que el grupo pinochetista), y debido a la sobredeuda de Ponce Lerou en cualquier momento se apodera de SQM en forma triangulada, si es que no se encuentra hipotecado tras bambalinas.

Stratfor ensalza a Chile (el paradigma del modelo neoliberal de la dupla anglosajona en Latinoamérica) y desprecia a Bolivia (con mayor ahínco, después de la nacionalización de sus hidrocarburos y su pertenencia a la Alba).

Nos detenemos en algunos de sus comentarios sobre Bolivia, que "no produce litio, aunque algunas veces (sic) sea llamada la Arabia Saudita del litio, por contener casi 50 por ciento de las reservas estimadas, principalmente ubicadas en el salar de Uyuni". Refiere que sus reservas "han atraído la poderosa atención de Sud-corea, Japón y Francia", y "se rumora (sic) que también de China".

Stratfor coloca el consabido obstáculo neo-tecno-colonial: "poseer un recurso no significa que pueda ser llevado a los mercados a un precio razonable".

Mediante piruetas climatológicas, Stratfor abulta la importancia del salar de Atacama (Chile), frente a los equivalentes de Argentina (salar de Hombre Muerto) y Bolivia (salar de Uyuni) y acribilla sin misericordia a esta última por "carecer de infraestructura establecida, por lo que cualquier inversión seria (sic) en Uyuni requeriría un gasto cuantioso que, combinado al clima altamente hostil a las inversiones, no tendría garantía de que sea capaz de atraer grandes capitales para desarrollar sus reservas".

Fatalista por conveniencia, Stratfor descalifica "el objetivo del gobierno boliviano de convertirse en centro de procesamiento del litio", además de que "Bolivia nunca (¡súper sic!) sería gran productor, por lo que del corto al mediano tiempos, Chile continuará a dominar (sic) los mercados globales del litio".

La adopción del litio no será inmediata, porque tampoco será sencillo desplazar los grandes intereses de las trasnacionales anglosajonas de los hidrocarburos (la quintaesencia del caduco orden mundial unipolar), por lo que EU y Gran Bretaña han optado por lo que denominamos "la transición energética" con todo tipo de subterfugios sobredimensionados (v.gr. el cambio climático y la emisión de carbono), mediante los cuales pretenden recuperar la iniciativa y el control energéticos (de cuya agenda forma parte la nueva geopolítica del litio) que perdieron en la antigua Mesopotamia.

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domingo, agosto 16, 2009

Para qué necesita EE.UU. tener puestos militares en Colombia

Colaboración de ASTOR

El viernes se cerró el polémico acuerdo para el uso de siete bases en territorio colombiano. Aún se ignoran los detalles del trato. Hay malestar en la región. Obama dijo que las acusaciones forman parte de la "tradicional retórica antiyanqui".

El acceso a siete bases militares colombianas que EE.UU. terminó de acordar con el gobierno de Alvaro Uribe el viernes viene generando graves tensiones en el seno de la región y críticas virulentas contra lo que algunos países perciben como una nueva proyección del poderío militar del "imperio" sobre el hemisferio. ¿Es fundado ese malestar?

Pese a que todavía se desconocen los detalles del acuerdo, toda la preocupación está centrada sobre la base de Palanquero, 180 km al oeste de Bogotá. Según documentos del Pentágono, EE.UU. quiere utilizar estas instalaciones militares colombianas para desarrollar operaciones de movilidad de efectivos y recursos de largo alcance que puedan llegar hasta América del Sur sin necesidad de que los aviones sean reabastecidos en el aire. Los militares y estrategas latinoamericanos radicados en Washington no parecen tan preocupados con respecto a esta posibilidad como los políticos.

"El poder militar y la capacidad de despliegue de EE.UU. es tan grande que no creo que una base en Colombia haga una diferencia. Ya vimos que fueron capaces de desplegar fuerzas en Afganistán y en Irak sin mayores inconvenientes", dijo a Clarín un militar latinoamericano que está siguiendo de cerca el tema.

El presidente venezolano Hugo Chávez advirtió, sin embargo, que "vientos de guerra están soplando" sobre la región y su colega Evo Morales, de Bolivia, dijo que hay "rescatar" a Colombia "de las garras del imperialismo" estadounidense. Brasil no se quedó atrás. El canciller Celso Amorin pidió a Colombia una "garantía de que no habrá incursiones militares norteamericanas y colombianas en los territorios vecinos, lo que tranquilizará a algunos países". (Ver página 23)

Frente a las protestas provenientes de la región, el presidente Barack Obama reaccionó de manera contundente. "Hay algunos en la región que están tratando de utilizar esto como parte de la tradicional retórica antiyanki", dijo y luego agregó: "no tenemos intenciones de establecer una base militar en Colombia".

¿Es verdad esta afirmación? Técnicamente, sí. Mediante el acuerdo sellado con Colombia el viernes, EE.UU. tendrá acceso a siete bases militares colombianas, donde instalarán siete FOL, (Forward Operating Locations), lo que en castellano significa "centros operativos de avanzada".

Pero, ¿cuál es la diferencia entre una base militar y un FOL? "Una FOL no tiene soberanía estadounidense. No izan una bandera estadounidense, las fuerzas estadounidenses no tienen control sobre la seguridad de la base, no tiene equipos letales ni pueden utilizar la fuerza", explicó a Clarín el profesor de estrategia de la Escuela de Guerra del Ejército estadounidense Gabriel Marcella. "Los FOL en Colombia operarán bajo el control del gobierno colombiano y toda la información que reúnan sobre el narcotráfico deberán compartirla con los colombianos", dijo el experto.

EE.UU. tenía hasta ahora tres FOL, una en Comalapa, El Salvador, otra en Aruba y Curazao (Caribe), y una tercera en Manta, Ecuador. Las tres fueron establecidas después de que EE.UU. devolvió el Canal de Panamá a los panameños y cerró en 1977 la Base Aérea Howard que tenía allí.

El Pentágono buscó entonces nuevas posiciones para poder continuar con la guerra contra el narcotráfico en las llamadas "zonas de producción" (los países andinos) y las "zonas de tránsito" (Caribe, el Pacífico y América Central).

EE.UU. tiene además dos Fuerzas de Tareas Conjuntas, una en Honduras y otra en Guantánamo, ambas dedicadas en lo formal también a la lucha contra el narcotráfico y a enfrentar las catástrofes naturales.

Cuando el gobierno ecuatoriano decidió cerrar el FOL que EE.UU. tenía en Manta, Washington comenzó a negociar un acuerdo con Colombia. El gobierno colombiano aseguró ayer que el objetivo del acuerdo alcanzado el viernes es únicamente reforzar la lucha contra el narcotráfico y contra el narcoterrorismo. Pero el texto del acuerdo todavia no ha sido divulgado. Antes de ser aprobado por los dos congresos será revisado por los técnicos de ambos países.

Para poder determinar si las preocupaciones regionales que generó son justificadas, lo más importante será ver qué dice la letra chica del trato, no sólo con respecto al tipo de misiones que las fuerzas estadounidenses podrán desarrollar sino también al tipo de armamento y equipos que los estadounidenses podrán trasladar a Colombia.

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martes, junio 09, 2009

Redefiniciones geopolíticas

- Relacionado: Parlamentarios peruanos impedirán -PARA SIEMPRE- que Perú autorice a Chile a dar acceso al mar a Bolivia por Arica - La guerra no declarada de Perú contra Chile - Por qué nadie en Bolivia defiende la relación con Perú - Perú, Chile y Bolivia: tres a cero

Por Juan Emilio Cheyre, ex Comandante en Jefe del Ejército de Chile

Las francas respuestas del Presidente Evo Morales a La Tercera la semana pasada pusieron de manifiesto una nueva cara de la medalla en la unilateral demanda con la cual Perú ha cuestionado el límite marítimo con Chile. Es la impresión con la cual regresé después de interactuar en el plano académico con diplomáticos, empresarios, ex integrantes de las FF.AA. y destacados pensadores bolivianos. Lo que ellos perciben -incluso con mayor fuerza que algunos chilenos- es que el Presidente Alan García, al demandarnos ante la Corte de La Haya, está generando dos problemas adicionales muy graves para el futuro de sus relaciones en el Cono Sur.

El primero y más evidente, es que desestabiliza el alineamiento geopolítico de larga data, según el cual Perú ha sido y siempre sería el gran amigo de Bolivia, mientras que Chile aparecería como el gran obstáculo a sus aspiraciones. De algún modo, ese alineamiento va a contramano de la historia remota y contemporánea. Cabe recordar la difícil articulación del territorio boliviano desde su nacimiento, cuando sufre los efectos de las diferencias limítrofes entre los virreinatos de La Plata y del Perú.

Más reciente es la dilatada y negativa respuesta peruana a la proposición que cristalizaba la solución a la mediterraneidad boliviana, según los acuerdos de Charaña. Aún más cercana, aunque menos conocida, es la persistente y silenciosa labor diplomática peruana que echó por tierra las muy avanzadas conversaciones entre Bolivia y Chile de los años 2001-2003. En éstas, dicho país podría haber adquirido la condición marítima esencial, a través de un enclave especializado, energético y sin soberanía, en costas de la II Región, donde podría explotar su gas y proyectarse al comercio marítimo directo. Habría sido una satisfacción importante de su aspiración, sobre la base de acceso a la costa del Pacífico; con derechos aduaneros, impuestos, posibilidad de desarrollo de infraestructura y muchas otras facilidades. En ambos intentos fallidos estuvo la mano invisible de Torre Tagle, que actuó para evitar la solución que Chile sugería.

El segundo problema -y más grave- es que la demanda peruana modifica la relación geopolítica y geoestratégica vecinal, al margen de que, como es de esperar, las razones jurídicas de Chile primen por sobre su artificiosa construcción. Hasta la presentación de la misma, el escenario se sustentaba en límites definidos y en el fiel respeto a tratados y acuerdos que a cada uno de los tres países asignan derechos y deberes. A partir de la demanda, el Perú busca generar una cuña en vastas posesiones marítimas frente a territorio continental chileno, lo cual le otorgaría una posición estratégica que amenaza abiertamente la soberanía terrestre.

Todo esto demuestra que el litigio planteado por Perú es más que un mero trámite judicial. De hecho, modifica los equilibrios geopolíticos y geoestratégicos -que han sustentado más de 100 años de paz- y reduce toda posibilidad de satisfacer la aspiración boliviana. El signo de los tiempos llama al respeto de los tratados y a la búsqueda de la integración, pues ésta sólo puede construirse sobre la base de situaciones estables, como las que existían y la confianza que se ha dañado.

Por eso estimo que la demanda peruana, geopolítica y estratégicamente, no le es indiferente a Chile, ni a Bolivia. Jurídicamente, tampoco a Ecuador, que sustenta parte de sus límites en el mismo principio que Perú cuestiona. En el fondo, es la región la que se ve afectada, pues el respeto a los tratados constituye un imperativo para enfrentar con éxito la gran tarea pendiente que es la integración.

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lunes, junio 01, 2009

Chile tiene una oportunidad histórica para liderar temas antárticos en Latinoamérica

Un revolucionario proyecto museográfico, una promoción de la Antártida en la ciudadanía de Chile y una ciencia de calidad internacional, son los pilares en los cuales el Instituto Chileno Antártico (Inach) pretende seguir proyectando su labor en los próximos años.

Así se desprende de lo destacado por el director del organismo, doctor José Retamales, con motivo de su cuenta pública de gestión 2008-2009, con motivo de celebrarse los 45 años de la creación del instituto, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores.

El personero resaltó actualmente una oportunidad histórica de situar a Chile como líder latinoamericano en temas antárticos.

Entre los resultados principales de su gestión, figuró el crecimiento sustantivo de la ciencia antártica chilena, basado en la estrategia de desarrollo del Programa Científico Antártico Nacional (2005), y de calidad internacional. Esto, de la mano del presupuesto para ciencia antártica que se cuadruplicó en los últimos tres años (mil 200 millones de pesos en 2008), gracias a aportes del Inach, Corfo-Innova y Conicyt.

Otro hito de los últimos tres años es el proyecto Centro Interactivo Antártico a construirse en Punta Arenas. Los fondos recientemente aprobados para la etapa de diseño y adquisición de terrenos son del orden de mil 292 millones de pesos. Sería inaugurado en 2011 y sería único en su tipo en el mundo, para lo cual se ha contratado a consultores internacionales. Hoy se trabaja en los contenidos.

Otras materias relevantes de su gestión han sido el inédito aumento del aporte de científicos chilenos a la ciencia antártica mundial, a través de publicaciones internacionales, así como también el incremento de científicos nacionales interesados en acceder a los fondos concursables del Inach.

Otro tema emblemático es el desarrollo alcanzado por la Feria Antártica Escolar, que este año por primera vez convoca desde Visviri a Cabo de Hornos. A futuro, este concurso estudiantil espera extender su convocatoria a niños chilenos que viven en otros países como Argentina, Estados Unidos, Suecia y Canadá.

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jueves, mayo 28, 2009

La Haya entre la razón y la fuerza

Los embajadores de Brasil y de Argentina, en Lima, apoyaron públicamente la postura peruana de ventilar su pretensión territorial y marítima en el tribunal internacional de La Haya. Los apoyos, en este sentido, responden a la idea según la cual el Estado peruano decidió no utilizar “otros medios”, como la fuerza, a fin de resolver lo que ellos consideran una disputa territorial con Chile. Perú eligió, claramente, la razón sobre la base de la disuasión que Chile ejerce sobre ellos. Desde esta visión, y contrariamente a lo que se señala, la credibilidad de la amenaza disuasiva chilena resultó ser exitosa.

Frente a lo anterior, dichos embajadores, y por extensión sus países, adoptaron una postura que, en un primer momento sorprende, y lo hace porque no parece tratarse de un hecho aislado. Dos Estados “amigos” deciden respaldar la acción peruana, haciendo pública sus visiones. Ambas en menos de 72 horas. Resulta diplomática y políticamente hablando preocupante, no obstante ello, si lo pensamos con calma, es completamente comprensible.

En primer lugar, no debemos olvidar que ambos Estados, el brasileño y el argentino, son "atlánticos." No están sometidos a la lógica de un orden fronterizo y territorial construido sobre la base de las líneas del paralelo geográfico como es el caso de todo el espacio geopolítico del Pacifico Sur Sudamericano. La pretensión peruana pone en jaque un orden político subregional que no afecta los intereses brasileños ni argentinos.

Segundo. Recordemos que ambos Estados, el lusitano y el bonaerense, forman parte del extinto orden regional en donde ambas entidades se disputaban la hegemonía sobre Sudamérica. Hoy, esto está cambiando. Chile ha dado recientemente pasos diplomáticos, políticos, económicos y militares que lo sitúan, en términos potenciales, frente a la decisión de transformar su estatura política regional. Lo anterior parece haber generado aprensiones en dichos países en torno a considerar la necesidad de (de) limitar este nuevo estatus y estatura político-estratégica chilena. En otras palabras “bajar sus potenciales y renovados aires de grandeza”.

Una forma de hacerlo es reforzar diplomáticamente al actor percibido como el adversario natural o entidad antagónica estructural de Chile. Se percibe a Perú como el actor débil, pero a la vez, como el único actor que posee el potencial para limitar la proyección política externa de Chile. Una suerte de barrera de contención de las capacidades de proyección de poder de Chile en el entorno regional y vecinal, levantando artificialmente un actor tradicionalmente antagónico.

Tercero. Chile parece haber adoptado una estrategia que podría haber generado ciertas aprensiones en Brasil y Argentina. El repotenciamiento de las capacidades bélicas chilenas continúa, y en un afán, desmesurado, por la transparencia absoluta, la imagen de un país que “se arma” podría estar generando percepciones de amenaza, ya no solo desde Perú sino que ahora en estos dos países “amigos” de Chile. Perú ha hecho un uso político inteligente de esta lógica de transparencia chilena en el ámbito de la modernización de sus capacidades bélicas: una estrategia de ventilación permanente del proceso de adquisición bélico, ahora vinculándolo indirectamente a un potencial desconocimiento de la decisión de La Haya. La fuerza se impondría por sobre la razón jurídica.

Aires de una competencia bélica se están haciendo sentir. Una carrera cuya meta final es el escenario posterior a la decisión de La Haya. Con un público que observa (Brasil, Argentina y el resto de países sudamericanos), y alienta directamente a unos e indirectamente a otros.

La Haya se encuentra hoy entre la razón de los argumentos jurídicos y la razón de la fuerza, pero nada nos dice que llegado el momento el equilibrio se rompa y termine por generar escenarios (im) pensables. Por ahora, la diplomacia intervecinal mueve sus cuerdas, identificando a Chile como el actor que podría, bajo ciertas condiciones, erigirse como una potencia regional formal, y no solo potencial como es y ha sido hasta ahora.

La postura de Brasil y Argentina, como herederos de un destino hegemónico en el espacio regional sudamericano aún se hace sentir. La real politik una vez más es aplicada en función de Chile, lo que implica la necesidad de readecuar nuestra postura externa en función de dicha nueva realidad geopolítica sudamericana.

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lunes, febrero 23, 2009

Artículo del Canciller antichileno, Manuel Rodriguez Cuadros: EL TLC con Chile debe ser aprobado por el Congreso

La Constitución del Perú, en sus artículos 55, 56 y 57, dispone que requieren aprobación obligatoria del Congreso todos los tratados cuya materia verse sobre derechos humanos, soberanía, dominio o integridad del Estado, defensa nacional, obligaciones financieras, creación, modificación o supresión de tributos, así como los que exigen modificación o derogación de alguna ley y los que requieren medidas legislativas para su ejecución. La relación establecida por la Constitución es taxativa e imperativa. No hay excepciones.

El TLC con Chile contiene cláusulas sobre la soberanía y el dominio del Estado, que modifican y suprimen tributos, y que exigen derogatoria de leyes y desarrollos legislativos. No hay duda que conforme al Art. 56 de la Constitución debe ser aprobado por el Congreso, bajo responsabilidad de infracción constitucional.

Es particularmente importante el Art.2.2 que establece una definición de los territorios del Perú y Chile: “...con respecto al Perú, el territorio continental, las islas, los espacios marítimos y el espacio aéreo bajo su soberanía o derechos de soberanía y jurisdicción, de acuerdo con el derecho internacional y el derecho nacional”.

Esta definición no es la misma que la establecida en el Artículo 54° de la Constitución de la República: “El territorio del Estado… comprende el suelo, el subsuelo, el dominio marítimo, y el espacio aéreo que los cubre. El dominio marítimo del Estado comprende el mar adyacente a sus costas, así como su lecho y subsuelo, hasta la distancia de doscientas millas marinas medidas desde las líneas de base que establece la ley”.

¿Por qué la definición del territorio nacional en el TLC con Chile no hace referencia al dominio marítimo ni a su extensión de 200 millas? ¿Por qué se ha aceptado en un texto binacional -felizmente aún sin vigencia- que Chile defina su territorio como “…el espacio terrestre, marítimo y aéreo bajo su soberanía y la zona económica exclusiva y la plataforma continental sobre las cuales ejerce derechos soberanos y jurisdicción, de acuerdo con el derecho internacional y su legislación interna” ( la legislación interna chilena, por ejemplo, establece el hito número uno como punto de inicio de la frontera marítima).

Más allá del debate nacional sobre la inclusión de esta cláusula y sus alcances, el hecho jurídico indubitable es que su sola existencia y la de otras disposiciones que se hallan incursas en las condiciones resolutorias del Art. 56 de la Constitución, obligan imperativamente a someter el tratado a la consideración y aprobación del Congreso de la República.

Los argumentos del gobierno para evadir -extrañamente- esta obligación constitucional son falaces y sin sustento jurídico. Los analizaré en un próximo artículo.

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domingo, agosto 17, 2008

Perú: Chile mueve sus fichas

Nota: De este artículo (RESENTIDO) peruano se deduce QUIEN ES EL AGRESIVO Y QUE DESEA CONFLICTOS. El autor, el conocido -en Perú- periodista Cesar Hildebrant, dice que Chile realizará ejercicios militares conjuntos con Argentina, país con el que Chile estuvo casi en guerra entre 1975 y 1983. También resalta que Chile ha alcanzado excelentes relaciones con Bolivia, país con el que ni siquiera tiene relaciones diplomáticas (y que le reclama a Chile una salida al Oceano Pacífico). El problema no es Chile, es el resentimiento y complejos peruanos contra Chile (Chile no tiene ningún asunto pendiente con Perú, salvo el ancestral resentimiento y envidia peruana). Chile ha buscado tener las mejores relaciones con Perú, pero es Perú el que insiste en mantener vivo su odio por Chile, y levanta para tal efecto -constantemente- reclamos de todos tipos (algunos absurdos e incluso basados en MENTIRAS o tergiversaciones), para alentar el resentimiento de sus ciudadanos contra Chile. Chile tiene invertidos en Perú casi 7.000 millones de dólares, y por lo tanto, A CHILE NO LO BENEFICIA tener problemas con Perú. Los únicos que "ganan" alentando la discordia y el odio, son los patrioteros y trasnochados ultranacionalistas peruanos, que viven obsesionados y resentidos con Chile, por una guerra que perdieron hace 130 años. El autor del artículo lo dice, Chile va a realizar ejercicios con Argentina y ha alcanzado excelentes relaciones con Bolivia, ¿en qué forma perjudica eso a Perú? ¿Por qué le intenta dar un tinte negativo a esos hechos? Claramente el mensaje implicito es: Hemos fallado en aislar a Chile de sus otros vecinos. Debemos actuar para que Chile fracase en su acercamiento a Argentina y Bolivia. Chile nos ha ganado al "neutralizar" la antigua alianza Peru-Boliviana-Argentina contra Chile. Si alguien -en esta época- puede estar de acuerdo con esa idiotez y manera de pensar... entonces son esas personas (en este caso el peruano Cesar Hildebrandt) quienes tienen un problema, no Chile ni los chilenos.

¡Sorpresa! Abro las portadas virtuales de la agencia oficial Andina y del diario “La República” y allí está, como noticia abridora, la declaración del ministro de Defensa peruano, Ántero Flores Aráoz, en relación a que el Perú está pensando, seriamente, dotarse de un satélite de observación o alquilar los servicios de uno.

Y, claro, Flores Aráoz señala a renglón seguido que esto no es una respuesta al satélite chileno sino que se estaba pensando desde hace algún tiempo. Pero lo cierto es que recién lo dijo ayer, luego de lo publicado solitariamente en esta modesta columna que tantos escozores (cercanos y lejanos) produce.

Me imagino que en las próximas horas una turba de pánfilos saldrá a decir que no deberíamos responderle a Chile en ese terreno porque eso es revivir agravios y atizar fuegos del XIX.

Pero es que nadie habla del pasado. Lo que Chile hace lo hace hoy y lo hace con miras al futuro. De modo que aquí no hay festivales del resentimiento eterno sino previsiones de Estado frente a una larga historia de hábitos rapaces.

Y si Latinoamérica gastó 40,000 millones de dólares en armas en el 2007 –lo que es un crimen, una imbecilidad-, Chile fue, según el Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz, uno de los que más invirtió en su ya superlativo arsenal.

Sólo entre 1989 y el 2004 la llamada ley del cobre le permitió al militarismo chileno gastar 4,189 millones de dólares en reequipamiento. Los peruanos deberían de saber que ese 10% de las ganancias del cobre que Codelco –la Corporación del Cobre- destina al presupuesto militar de Chile sólo puede invertirse, por mandato explícito de la ley, en armas. Y que esas compras no están sujetas a control ni fiscalización por expresa disposición legal.

Chile ha incrementado su presupuesto de Defensa en 49% en los últimos cinco años (los datos son de SIPRI, con sede en Estocolmo). Es, después de Colombia, el país que más porcentaje de su Producto Bruto Interno dedica a armarse (3,62% del PBI, frente a 3,98% de Colombia). Pero la martirizada Colombia libra una guerra interna que le cuesta miles de millones de dólares desde hace cuatro décadas. ¿Qué guerra espera Chile? Si la brutal “pacificación de la Araucanía” no hubiese terminado en 1883 podríamos hablar de algún temor doméstico que justificase la dimensión de sus adquisiciones militares.

La ofensiva chilena no es sólo militar, por supuesto. Y cuenta con el silencio del canciller peruano, de la plácida anuencia del embajador del Perú en Santiago y del mismísimo presidente peruano, doctor Alan García, autor de esa frase que lo perseguirá con más saña que la que amarga a los deudos de El Frontón: “No se vaya Chile a molestar”.

Mañana empiezan, por ejemplo, nuevas maniobras militares conjuntas de los ejércitos de Chile y Argentina. El año pasado desarrollaron el ejercicio Aurora Austral 1 y mañana empiezan el segundo capítulo. Este gesto binacional de camaradería y sincronización de respuestas terminará el 22 de agosto, en la austral ciudad argentina de Comodoro Rivadavia, con una solemne ceremonia en la que estarán presentes los ministros de Defensa de los dos países.

Mientras tanto, en Asunción, donde el doctor García envió al internacionalmente nulo señor Giampietri, la presidenta Bachelet ha insistido en reflotar a Unasur –Unión de Naciones del Sur- y ha recordado –por si acaso- que la primera propuesta de Chile fue que Bolivia asumiese la presidencia de esa instancia creada en el Cuzco en el 2004.

La señora Bachelet ha enfatizado, además, que Chile ya ha admitido en la agenda bilateral de 13 puntos –por primera vez desde la guerra del salitre- el asunto de la mediterraneidad del país altiplánico.

Y Evo Morales, que no mandó a su vicepresidente sino que fue en persona a saludar al presidente Lugo, ha dicho también en Asunción algo que hace mucho tiempo no se le oía a un mandatario boliviano:

“Bolivia y Chile hemos creado una confianza única en el marco de la diplomacia de los pueblos, en las Fuerzas Armadas y de presidente a presidente. Nuestros pueblos nos quieren ver juntos trabajando”.

Y el ministro de Exteriores de Morales, David Choquehuanca –que nada tiene de idiota como dice por allí un racista urgido ya de una camisa de fuerza- ha añadido algo que tampoco tiene precedentes: “Pienso que podríamos reanudar las relaciones diplomáticas con Chile sin que el acceso al mar sea una condición sine qua non”.

Y, por supuesto, tanto Morales como Choquehuanca se acercan más que nunca a Chile después del trato infame que el Perú les ha dado en el asunto de la Comunidad Andina y su cláusula sobre patentes.

Chile mueve sus fichas y avanza en todos los terrenos. Es un país serio y acostumbrado a liderar.

La política exterior peruana consiste en minimizar la inteligencia y menemizar Torre Tagle, que es una manera sudamericana de decir que si arrodillarse ante los Estados Unidos fuese tener política exterior entonces el Perú tendría una digna de Metternich y Bismarck.

García, secuestrado por la derecha funcionalmente analfabeta, parece haber perdido toda lucidez. Está convencido de que es un estadista que no debe detenerse ante la política menuda. Y lo que no sabe es que lo importante está ocurriendo a sus espaldas.

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Aqui viene la contradicción peruana, el mismo día que se publica el artículo precedente, se publica esta otra nota en el diario peruano La Razón:

Fuerzas Armadas peruanas superan a las chilenas

La revista brasileña Military Power Review revela que el Perú planea repotenciar la flota de submarinos Tipo 209-1200 que posee la Marina de Guerra e informa que para ese objetivo el gobierno de Alan García está buscando recursos para la modernización de los seis sumergibles que posee la armada peruana.

La misma publicación ubica al Perú como segunda potencia militar en Sudamérica, superado solo por Brasil durante el periodo 2005-2006, a pesar de que los gobiernos de Hugo Chávez y Michelle Bachelet destinaron millones de dólares en compra de armas.
Para llegar a esta conclusión la revista brasileña elaboró un ránking de las Fuerzas Armadas sudamericanas, incluyendo todas las variables: desde la cantidad de efectivos y la calidad del equipo hasta los planes de defensa y la proyección estratégica.

El análisis estableció un puntaje a cada Nación según su poderío militar. En primer lugar aparecía Brasil con 630 puntos, en una segunda fila figuraban Perú con 449, Chile con 419, Argentina con 402 y Venezuela con 316. Luego venía otro grupo en el que estaban Colombia con 303 y Ecuador con 244 puntos.

En el 2004, la brasileña Military Power Review publicó otro informe donde colocaba en primer lugar a Brasil con 653 puntos, en una segunda fila estaban Perú con 423, Argentina con 419 y Chile con 387. Luego venía otro grupo, donde figuraban Colombia con 314, Venezuela con 282 y Ecuador con 254 puntos.

Tal información fue publicada el 3 de agosto por el diario español La Gaceta, que agrega que, pese a las compras militares de Chile y Venezuela, las naciones de Brasil y Perú siguen siendo potencias militares en Sudamérica.

“Pero, pese a su esfuerzo, su potencial bélico aún se encuentra bastante alejado de Brasil, que encabeza el listado de potencias militares del continente, según la publicación Military Power Review, en el periodo 2005-06, seguido por Perú, Argentina y Chile. Venezuela ocuparía el quinto lugar”, añade la publicación.

También se resalta que Brasil planea comprar nuevos submarinos por 1,400 millones de dólares, mientras que Chile planea adquirir más misiles Harpoon y bombas inteligentes.

S/. 300 millones para la Marina

El Ministerio de Defensa, a través del plan Núcleo Básico de Defensa (NBD), ha presupuestado que de los 1,500 millones de soles, 927.7 millones (64.4%) se destinarán al reforzamiento de la defensa terrestre, 310.7 millones a la defensa marítima (21.5%) y 136.3 millones de soles a la defensa aérea (9.4%).

Hay que señalar que la Marina de Guerra ha firmado hace unos meses un contrato de adquisición de doce torpedos SUT-264 por US$ 21 millones con la proveedora alemana Atlas Elektronik GMBH.

Con esta transacción se busca potenciar la flota submarina de seis naves Tipo 209-1200 también de tecnología germana. El torpedo alemán SUT-264 se impuso al Black Shark, de fabricación italiana, debido a que costaba la mitad que su competidor.

El torpedo SUT-264 tiene una longitud de 6.15 metros, pesa 1,460 Kg, con velocidad máxima de 35 nudos y un alcance de 28 kilómetros, y es utilizado por las principales marinas de Sudamérica.

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¿No le parece al lector que al menos la acusación de armamentismo chileno merece una explicación por parte del acusador Perú, a la luz de los datos publicados por institutos especializados en estudios militares y citados con soberbía por los propios medios peruanos el mismo día? por que -a lo menos- es contradictorio que mientras un medio acusa a Chile de militarista, otro festeje que luego de todos los gastos millonarios chilenos en armas, Chile no haya alcanzado a Perú en su capacidad militar. Al menos, suena inmoral, y entonces, la acusación de armamentismo chileno parece más bien una maniobra mediática y política destinada a desalentar las compras chilenas, de manera de asegurarse una superioridad sin mayores costos ni esfuerzos (una gran mayoría de los peruanos lleva en su corazón el deseo de tomarse la revancha por la guerra de 1879, entonces ven una posibilidad -al tener una superioridad militar- a que dicha revancha se concrete, y ven alejarse esa posibilidad cuando Chile moderniza sus capacidades de defensa).
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.