
Da la impresión que nuestros políticos siempre estuvieran a la orden del día para resguardar y servir a los intereses de las grandes corporaciones, pero cuando se trata de los ciudadanos... ahí, no contamos para nada.
Es una verguenza que uno contrate un plan de 1Mbps, y por momentos, pareciera que el acceso fuera telefónico.
Hace un tiempo, envié una solicitud a nuestros "distinguidos" congresistas para que -¡al menos!- obligaran a los ISP a someterse a una auditoria externa para verificar las velocidades reales que ofrecen a sus usuarios, y que esos resultados tuvieran que ser incluidos junto a las facturas enviadas a los clientes. Tal como se hace con las AFP, al publicar los rendimientos de las entidades competidoras junto con sus estados semestrales.
De esa manera, uno podría premiar a las empresas proveedoras de internet que ofrezcan mejores servicios a sus clientes, y permitiría el surgimiento de ISPs -de "nichos"- orientados a la calidad, que hoy son aplastados por la publicidad engañosa de las grandes empresas de telecomunicaciones.
Nada.... no pasó nada.... ni me respondieron.
Pero va una disquera o un estudio de cine a hacer lobby, y les abren las puertas de La Moneda y el Congreso de par en par, sonrientes... "¡pase por aquí, por favor!... ¡en qué podemos servirle!".
En todo caso, no es de extrañar. Ahí tenemos el caso del "respetado" diputado Maximiano Errázuriz, que hoy decidió apoyar una mala ley... sólo porque le taparon el correo con reclamos... ¿quienes? ... las personas a las que él supuestamente "sirve" (y que por cierto, son las personas que también le pagan la cuenta de correo, la silla, el cafe, etc. hasta la "sede" distrital).
Nada más que agregar.