Como un país con “abundancia” de recursos naturales, pero no “dependiente” de ellos describió a Chile el presidente del Banco Central, José de Gregorio, en la presentación que realizó ayer en el seminario “25 Años de la Industria del Cobre y su impacto en Chile”, organizado por Cesco.
La autoridad explicó que “Chile es cada vez menos sensible a las fluctuaciones del cobre” debido principalmente a la responsabilidad fiscal que ha mantenido el país desde mediados de los ´80 y al esquema de política macroeconómica. En ese contexto, enfatizó que Chile tiene una “política monetaria creíble” y un sistema cambiario flexible, ambos elementos han permitido “estabilizar el ciclo”.
El presidente del Banco Central destacó además que, a diferencia de lo que ocurrió con el salitre a principios del siglo XX, el país ha sido capaz de diversificarse y que “el cobre no le ha impedido a otras actividades crecer”.
Explicó que la relación entre el crecimiento del valor de la producción de cobre y el del PIB es cercana a cero por estos días y que la menor dependencia también quedó en evidencia a principios de la década cuando el precio del cobre era bajo y la economía local creció cerca de 3%.
Esta menor correlación significó también que cuando el valor del metal rojo alcanzó precios récord a mediados de 2008, la economía no necesariamente creció con la misma fuerza.
Añadió que distinto es lo que ocurre con otras naciones como, por ejemplo, las africanas -también ricas en recursos naturales- donde hay “instituciones débiles y distorsiones” que pueden generar una relación negativa entre crecimiento y dependencia de estos recursos.
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