La iniciativa, que considera la desaparición de la Onemi, será enviada a fin de año al Congreso e introduce el concepto de "ayuda humanitaria" para facilitar la actuación de las FF.AA.
En una extensa reunión efectuada el lunes en La Moneda junto al ministro de Defensa, Jaime Ravinet, y el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, el Presidente Sebastián Piñera aprobó la última propuesta del borrador que se convertirá en el proyecto de ley que creará la Agencia Nacional de Emergencia, instancia que reemplazará a la Onemi.
El encuentro se extendió por casi cuatro horas en las que el Mandatario visó la presentación y dio luz verde para que en los próximos días la Dirección de Presupuestos y la división jurídica de la secretaría general de la Presidencia realicen las últimas observaciones.
El 25 de mayo pasado -en medio de la ceremonia de promulgación de la ley que creó el Fondo Nacional de Reconstrucción- Piñera anunció una serie de modificaciones para mejorar la respuesta del país frente a las catástrofes naturales.
Esto implicaba una profunda reestructuración de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), entidad que -dijo entonces- "demostró no estar a la altura de las exigencias".
Menor burocracia
Ubilla actuó como secretario ejecutivo del comité interministerial que se abocó al estudio de la nueva entidad. Según dice, el análisis que hizo éste se cimentó en una sola idea: no repetir nunca más que las autoridades no tuvieran comunicación con lo que pasaba en el país y que la falta de información llevara a tomar malas decisiones que costaron muchas vidas.
"La apuesta del Gobierno es dejar atrás los procesos altamente burocráticos, poco técnicos y altamente politizados de la actual Onemi", añade.
Por lo mismo, se apuntó a un sistema que, desde el momento en que se detecta la emergencia hasta que se informa a la población, no debe pasar más allá de cinco a siete minutos, en contraste con los 35 a 40 minutos que contempla el diseño actual de alerta temprana en caso de -por ejemplo- un maremoto.
Otra de las falencias detectadas en el terremoto y maremoto del 27 de febrero fueron las trabas para una pronta movilización de las Fuerzas Armadas. "Su acción estaba circunscrita a la excepción constitucional, que es el resguardo del orden y la seguridad pública, pero en este proyecto se va a rescatar un concepto que no estaba establecido (...) el de la ayuda humanitaria", precisa el subsecretario.
La medida -que encontró inicialmente resistencia en el Ministerio de Defensa-, en la práctica significa que por ley quedará establecida la responsabilidad de las FF.AA. de contribuir tras una catástrofe bajo el concepto de entregar ayuda humanitaria. Sin portar armas.
Ello, en paralelo al hecho de que deberán operar en caso de que el Presidente de la República decrete un estado de excepción constitucional en cualquiera de sus denominaciones: catástrofe, calamidad, emergencia, estado de sitio y estado de asamblea, bajo los cuales sí saldrán armadas para resguardar el orden.
Según el cronograma que maneja La Moneda, el proyecto de ley ingresará al Parlamento para su discusión antes de fin de año. La próxima semana -probablemente el miércoles 13-, la comisión investigadora de la Cámara que indaga las responsabilidades tras el megasismo emitirá su informe final sobre el tema.
Por lo pronto, en la Ley de Presupuestos 2011 están contemplados $2.500 millones en la partida de Transportes y Telecomunicaciones para la compra de software y equipamiento que permita contar con un sistema de mensaje de alerta masiva de emergencia para informar a la población y asegurar las comunicaciones. Asimismo, la Onemi contará con un presupuesto superior a los $5.600 millones.
''La apuesta del Gobierno es dejar atrás los procesos altamente burocráticos, poco técnicos y altamente politizados de la actual Onemi".
RODRIGO UBILLA, subsecretario del Interior
Los pilares de la nueva institucionalidad:
El proyecto se sustenta en tres premisas: 1) habilitar un sistema que utilice las capacidades ya existentes en el país, sin crear nuevas estructuras; 2) capacidad de reacción inmediata en las primeras 12 horas a partir de una emergencia, y 3) un sistema de protección civil que trabaja en dos niveles, nacional y regional. Sus principales puntos son:
* Nivel de alerta
Se plantea la implementación de dos niveles de alerta: 1 y 2. El primero, referido a una emergencia con alcance local (erupción de un volcán); y el segundo, a una más amplia (terremoto). También considera una mezcla de ambos, como ocurrió con la erupción del volcán Chaitén.
* Organización y coordinación
Aunque La Moneda apuesta por dar relevancia al contenido más que a su estructura, el organigrama de la Agencia Nacional de Emergencia es encabezado por el ministro del Interior, seguido por el Jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, los intendentes, gobernadores y se suman los ministros, quienes deberán elaborar sus propios planes de emergencia y coordinarse bajo la supervisión de Interior.
* Plan de cinco años
El jefe del gabinete deberá diseñar una estrategia global con una vigencia de cinco años, plazo que obligará a que cada gobierno prepare su propia planificación, la que deberá exponer ante la Cámara de Diputados.
* Mejores comunicaciones
Para evitar lo sucedido el 27-F se concluyó que el sistema no puede depender de una sola red de comunicación, sino contar con varios respaldos. Sólo así se evitarán casos como lo ocurrido con la telefonía IP de Carabineros, cuya única fibra óptica se cortó y con ella también las comunicaciones de la policía uniformada.
Se postula diseñar un sistema de comunicación hacia la comunidad y un subsistema que conecte a todos los actores del proceso: Fuerzas Armadas, Carabineros, Bomberos, red de radioaficionados, Archi y medios de comunicación masivos. Y, aprovechando la tecnología disponible, en un proyecto de ley de Telecomunicaciones que se discute en el Parlamento se busca normar la utilización de la mensajería de texto a través de celulares, los cuales se replicarían en radio y TV digital.
Artículo original
MAREPOTO EXPRESS DELIVERY jajajaja.....!!
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