viernes, octubre 15, 2010

Los hombres que lograron hacer lo que nadie en Chile creía posible

Después del rescate. Los socorristas se hicieron querer y se emocionaron con los encuentros de los mineros con las familias Los trabajadores irán el domingo a conocer el Campamento Esperanza | Dudas por futuro; familiares temen que vuelvan a mina

Si los 33 mineros hoy están vivos es en parte gracias al trabajo de los socorristas, que dedicaron todos sus esfuerzos durante dos meses a una tarea que parecía imposible. Con profesionalidad y optimismo se convirtieron en héroes.

El ingeniero jefe André Sougarret se dedicó, desde el comienzo de la búsqueda de los 33 mineros, a hablar en términos profesionales y explicar los trabajos que estaban haciendo. Después de dos meses de trabajo y de innumerables conversaciones con los trabajadores, se emocionó hasta las lágrimas cuando los vio abrazar a sus familiares, cuando se cumplió su mayor deseo.

"Siempre mi objetivo ha sido unir a las familias con los mineros y cada vez que se cumplía me tocaba el corazón a mí", explicó ayer, como intentando justificarse.

"Soy una persona, creo en la familia, creo en la necesidad de estar juntos, y cada vez que eso se cumplía, para mí era un gran sentimiento, una gran emotividad. Evidentemente que unos me tocaron más que en otros", dijo este ingeniero, siempre tratando de pasar discretamente entre los políticos.

Después de dos meses de trabajo y tras un operativo que duró casi un día, el ingeniero se quebró cuando llegó el rescatado número 28, Richard Villarroel, que lo emocionó hasta las lágrimas: "Gracias a ustedes, voy a poder ver nacer a mi hijo", le dijo.

"Siempre había estado en mi mente cumplir con los deseos que tenían los mineros del volver a estar junto a sus familias. En la familia Villarroel vi reflejado lo que yo tenía en mi mente, y la verdad es que ver a Richard me llegó mucho al alma. Cuando dijo que estaba feliz, porque vería nacer a su hijo, me emocioné... Son palabras que llegan al corazón", explicó después.

El ingeniero Sougarret cree que el éxito del operativo fue que hubo "objetivos claros, definiciones claras, ir resolviendo con transparencia, comunicándolos, y avanzado en las tomas de decisiones".

"Bien, papi, eres seco. Ahora vente para acá", le escribió su hija Ivy vía Twitter. Para los chilenos "ser seco" equivale a ser el mejor en algo.

Sougarret, de todas maneras, no trabajó solo, y por eso dijo que estaría "eternamente agradecido" hacia su equipo de trabajo. "Tuvimos que desarrollar distintos planes, alternativas, muchas discusiones, pero por sobre todo, el trabajo lo hicimos todos juntos para poder alcanzar el objetivo final. Dimos lo mejor de nosotros, por eso tengo la convicción de que cada uno de ellos creía en la misma meta, que era sacar a los mineros sanos y salvos", recordó el ingeniero.

Uno de estos compañeros fue el ministro de Minería, Laurence Golborne, que ayer lo acompañó junto con el resto del equipo en su última visita al yacimiento. Golborne, que antes del accidente era poco conocido por los chilenos e ignorado en el resto del mundo, contó que él había hecho una apuesta con Sougarret sobre cuál de los tres planes diseñados para contactar a los mineros llegaría primero. "Me ganó la apuesta. Claro, él tenía ventaja: yo soy ingeniero químico, él es ingeniero de minas", dijo radiante el ministro.

LOS COMUNICADORES. Poco antes que terminara el rescate de los mineros, otro socorrista, Pedro Gallo, lloró emocionado frente al trabajador número 32, Ariel Ticona, que le entregó el teléfono que él mismo había fabricado para mantener la comunicación entre el refugio y la superficie.

El mismo 5 de agosto, Gallo -microempresario de Atacama- no dudó en tomar su camioneta, pasar por algunas tiendas a comprar artículos electrónicos y ponerse a disposición de los rescatistas. De su cerebro nació el teléfono que sirvió para establecer la primera comunicación hablada con los mineros. Lo hizo tan pequeño que cupo sin problemas en una paloma. "Lo hice con cosas que tenía y otras que pasé a comprar cuando subía a la mina", confesó emocionado.

"Pedro es el técnico que ha hecho todas las instalaciones para que ustedes puedan comunicarse con nosotros", le contó a los mineros el ministro Golborne en un video que les envío a la mina.

Una emoción similar a la que vivió Gallo cuando logró el primer contacto telefónico con los mineros fue la que vivió Manuel González, el primero que pudo abrazar a los 33 al iniciar el rescate. Ex futbolista profesional que jugó por O`Higgins y Arica, hoy experto en rescate, fue elegido para estrenar los viajes tripulados en la "Fénix 2" y descender hasta los 622 metros en la mina San José.

Desde Rancagua, su familia siguió sus pasos sin despegarse de la televisión. Su hijo Cristian, un fanático del fútbol como él, contó cómo lo vivió: "Lo vi muy seguro, pero igual en un momento me dio miedo, más encima al ver a mi mamá llorando. Pero yo tenía que tranquilizarla y sabía que él iba a hacer las cosas bien". Luego, con convicción, agregó: "Para mí siempre mi papá fue un héroe, y ahora me parece que es un héroe más grande de lo que yo pensaba".

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1 comentario:

  1. Anónimo11:31 a.m.

    el titulo me parece mal, "los hombres que lograron hacer lo que nadie en Chile creia posible"
    si no creian que estavan vivos, no ubieran perforado 70 dias, (yo los dava por muertos) :S
    andre sougart (nose como se escribe), gracias a su perseverancia, lo profecional, la experiencia de trabajar en la mina subterranea mas grande del mundo, le dieron la capacidad de hacer lo QUE YO CREIA QUE ERA IMPOSIBLE..

    no tengo palabras para admirar el temple de los 32 Chilenos y el hermano Bolivia

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