jueves, octubre 07, 2010

Empresas Transnacionales Chilenas y Política Exterior

Recuerdo, hace un año y medio haber visitado la hermosa ciudad peruana de Trujillo. Mi primera impresión fue una gigantografía (la única) emplazada justo detrás de la Torre de Control, su color rojo y letras blancas atraían claramente la atención de todos los pasajeros que arribaban al terminal aéreo: Ripley se dejaba ver. Y este signo comercial no sería el único, lejos de ello. Incrustado en el centro mismo de una gran barriada de casas color ladrillo emergía un imponente Mall cuyas letras de color verde claro eran observables desde más allá de la carretera. Sumaba y siguía. En el centro mismo de Trujillo, en su agraciada plaza principal, un edificio colonial era, nada más ni menos que la casa matriz de LAN. algunas calles más abajo, un discreto Banco Ripley, frente a éste, su filial de ventas al retail. Trujillo parecía vestirse de banco, azul y rojo. La presencia de intereses económicos chilenos era evidente, pero sobre todo visualmente avasalladora. Días más tarde fue el turno de Lima: era fácilmente constatable que su aeropuerto había sido “tomado” por aviones tricolores y con una estrella blanca en sus colas. Un fenómeno nunca antes visto, hoy es una realidad.

La experiencia anterior es tan solo la punta del iceberg en cuanto a la presencia de capitales “chilenos” en el espacio vecinal sudamericano. Argentina, Brasil y Colombia están entre los lugares de aterrizaje de estas inversiones tricolores. Ya profundamente asentados en dichos espacios, hoy las inversiones chilenas están debutando una nueva fase de desarrollo, una diversificación cualitativa en cuanto a los ámbitos de capitalización, explorando nuevos espacios comerciales de desarrollo, pero sobre todo, afianzando la presencia e influencia de las elites comerciales chilenas con aquellas de los países de asentamiento.

El fenómeno de las Empresas Transnacionales Chilenas es relativamente nuevo. Aparecen de la mano de la llamada “Revolución del Ritail” que marca el inicio de un proceso de capitalización acelerado y expansionista, pero al interior de las fronteras nacionales. Los Paulmann, Solari, Ibañez y Calderon, todos tienen un punto en común: visualizan que frente a una saturación del mercado interno, una fase de expansión transnacional debía imponerse. El proceso en cuestión comienza a generarse hacia finales de los 90, y cristalizarse a comienzos del siglo XXI. Hoy, las Empresas Transnacionales Chilenas son una realidad. Y son un actor, se quiéralo o no, en la Política Exterior Chilena.

Estas empresas, si bien inyectan sus capitales en diversos sectores como Servicios, Energía, Industria, Minería y el Agropecuario, dos de ellos representan desafíos distintos. El sector Servicios, por ejemplo, que en Perú absorbe el 51% de las inversiones allí realizadas y el Energía, con un 30,9%. El primer sector, el Servicios, posee una relevancia mayor al estar en directa comunicación y contacto con la población-electoral, pero también porque generan la mayor cantidad de empleos directos en el país de asentamiento (aproximadamente 60 mil). El segundo es relevante por cuanto la Energía constituye un “sector estratégico” para el país del Rímac, lo que implica que su gestión y control está sujeto a la autoridad del Poder Legislativo, pero sobre todo a la contingencia politica interna de dicho país.

Las Transnacionales Chilenas son hoy un actor pasivo de nuestra Política Exterior. Su sola presencia y aquella de los personeros y directivos están constituyéndose en “embajadores” de intereses nacionales en tierras otras que la nuestra, pero a demás de eso, en vínculos reales y prácticos entre esta elite nacional exportadora de capitales, con la nueva elite económica y comercial en formación en Perú y en otras latitudes que están recibiendo en forma permanente capitales tanto desde Chile como del resto del mundo.

Las condiciones para la transformación desde un estado de actividad “pasivo” a otro “activo” por parte de estas Transnacionales criollas dependerán del poder de influencia que adquirirán en el tiempo y espacio. Por el momento es importante que éstas desarrollen e innoven medidas de asimilación en los países de acogida a fin que no se constituyan en fuente de inseguridad nacional, arrastrando al aparato diplomático y político estatal a conflictos no deseados, ni menos aún para los cuales podrían no estar preparados.

Artículo original

6 comentarios:

  1. Anónimo9:09 p.m.

    BENEFICIA A ALGUN TRABAJADOR CHILENO ,QUE ESTAS TRANSACIONALES TENGAN INVERSIONES EN OTROS PAISES? RESPUESTA, CERO BENEFICIO, SOLO BENEFICIO PARA ESTOS EMPRESARIOS, PARTIENDO POR EL ACTUAL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DE CHILE.

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  2. Anónimo11:18 p.m.

    Las abundantes ganancias de los privados son exclusivamente para los privados,eso que la
    explotación y comercialización es más eficientes en manos privadas es cierto,pero para
    los PRIVADOS .Gente de mi pueblo no se hagan ilusiones que el chorreo no les llegara.

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  3. Anónimo1:47 a.m.

    Exactamente , solo a los PRIVADOS . Porque , en que benefician todos estos miles de millones de dolares , a una persona que percibe el salario minimo en Chile?( 900.000 personas + su entorno familiar, esposa he hijos ,lo que suman cerca de 4 millones de personas en total , que " sobreviven de esta miseria " ) que es de 173.000 pesos o USD 345 al cambio de hoy en dia?.. en NADA!! al contrario ,seguir aumentandole la fortuna a estos parasitos , y ensanchando aun mas la brecha entre ricos y pobres.... saquen Ustedes sus conclusiones.

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  4. Anónimo1:02 a.m.

    me interesa una raja solo estoy aki por un trabajo pa la U

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  5. Anónimo2:33 p.m.

    bueno .l.

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  6. Anónimo7:54 p.m.

    cuales son las ventajas y desventajas ? si me lo responden gracias :)

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