Chile se ubica entre los tres países de la región con el menor índice de miseria, indicador creado por el economista norteamericano y asesor de la Casa Blanca, Arthur Melvin, que cruza los datos de desempleo y avance inflacionario en las naciones, variables que de ser muy elevadas neutralizan los instrumentos de estabilización del Banco Central.
A nivel local, intensivos planes fiscales, sumados a favorables perspectivas amén de sólidos datos de inversión, consumo y actividad, han confluido en una baja sistemática de la desocupación a 8,5%, lejos de los dos dígitos que se advertían para los meses de invierno a comienzos de año. De esta forma, diversos agentes privados han consignado que la variable podría finalizar en diciembre más cerca del 7% que del 8%.
En materia de IPC, el desafío respecto al ritmo de normalización monetaria está nutriendo el debate. Lo cierto es que el cierre de brechas de capacidad ha alentado al ente emisor a elevar en 150 puntos base la tasa de interés a 2% en los últimos tres meses, camino que a todas luces deberá continuar. Por lo pronto, con el nivel de precios subiendo 2,3% anual, las expectativas siguen ancladas dentro del rango objetivo de la autoridad (entre 2% y 4%), aunque hay quienes estiman que shocks de oferta podrían añadir presión hacia el techo de tal umbral.
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