En la película 'Rapa Nui' los pascuenses luchan por el huevo de Manutara para convertirse en la reencarnación del dios Make Make
Los habitantes de la isla de Pascua competían todos los años por conseguir el primer huevo que la gaviota Manutara depositaba en el islote Motu Nui, situado frente a Orongo. Quien lo conseguía se convertía en 'Tangata Manu', la reencarnación del dios Make Make, y disfrutaba de privilegios junto a todo su linaje. Es lo que pretende el protagonista del filme 'Rapa Nui', de Kevin Reynolds, para hacer posible su imposible amor por Ramana: él pertenece a los nobles 'orejas largas' y ella a los 'orejas cortas', una clase inferior. Un Romeo y Julieta pascuense. Pero Noro no se rinde. Y pelea para convertirse en el Hombre Pájaro al que todo le está permitido.
Es una isla triangular. Nació de la conjunción de los tres volcanes que hay en sus vértices: el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike. Se llama Pascua porque la descubrió (nota: la soberbia occidental, la "redescubrió" porque los descubridores fueron los polinésicos) el holandés Jakob Roggeveen el 5 de abril de 1722, que era domingo de Resurreción. Aunque los pascuenses prefieren decir (nota: no prefieren decir, fue así) que el mítico rey Hotu Matua fue el primer colonizador de la isla. 'Te Pito o te Henua' fue su denominación original, que traducido literalmente es 'el ombligo del mundo', aunque sólo mida 163 kilómetros cuadrados. Pertenece a Chile desde 1888 y está a 3.700 kilómetros de sus costas. Es bilingüe: habla español y su lengua originaria, el rapanui. La habitan menos de 4.000 personas.
900 figuras
La gente viaja a Rapa Nui para ver los moais: 900 figuras monolíticas tocadas con sombreros rojos, que salpican la isla. Tienen una altura media de 4 metros y pesan toneladas. Sobre su construcción hay variopintas teorías; las más pintorescas hablan de dioses y extraterrestres. En 1884 Ricardo Beltrán y Rózpide reprodujo en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Madrid los descubrimientos publicados en París por el etnólogo francés Alphonse Pinart, que visitó la isla en 1877 y explicaba así el tema : «Escogían siempre una roca en plano inclinado; en la misma roca tallaban la escultura, perforaban después la piedra por debajo de la estatua con tantos agujeros como fueran necesarios para separarla de la roca, y la hacían resbalar sobre la pendiente hasta el lugar en que debía erigirse, donde habían ahondado lo suficiente para enterrar la parte inferior de la estatua, quedando sólo el busto al exterior». (nota: una descripción simplona, porque los Moai están distribuidos por toda la isla, algunos al varios kilometros de distancia. Lo que ha hecho perdurar el misterio sobre como fueron transportadas)
Hay 270 altares ceremoniales diseminados por Pascua. Les llaman Ahu. Son plataformas sobre las que se levantan moais. En Tahai, cerca de Hanga Roa, se encuentran tres: Kote Riku, Tahai y Vai Uri. Existen otros tres en la costa sur, los Vinapu I, II y III. Más rotundas resultan las 53 construcciones de laja y basalto de la aldea ceremonial Orongo, entre el volcán Rano Raraku y el mar, con el interior lleno de símbolos de mando y pájaros en rojo y blanco. Ahí se elige al Tangata Manu, el Hombre Pájaro de la película de Kevin Reynolds; el que sujeta el huevo de la gaviota Manutara. Un momento al que saca jugo el filme. Aunque resulten igual de cinematográficas la enorme cabeza tallada de Vai a Heva y la cueva de Na o Keke, donde las vírgenes blanqueaban su piel.
Ojo de coral blanco
En el cráter del volcán Rano Raraku se tallaron la mayor parte de los moais de Pascua. Siete de ellos con los sombreros restaurados vigilan la playa de Anakena. Ahí se encontró el ojo de coral blanco con pupila de escoria roja que se expone en el Museo Antropológico, porque los moais llevaban ojos de coral y obsidiana. Ahu Tongariki es el complejo ceremonial más grande de la isla, lleva 15 figuras en la plataforma. Dicen que los siete moais de Ahu Akivi representan a los navegantes enviados de avanzadilla por el rey Hotu Matua, antes de lanzarse a colonizar la isla. La palma se la lleva el moai de Ahu Pito Kura, el más grande de la isla: 10 metros de alto y 82 toneladas de peso. A su lado, una piedra roma indica el punto exacto de 'el ombligo del mundo'.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario