lunes, julio 20, 2009

Evo pierde el mercado de gas chileno

Por Emilio J. Cardenas. Ex embajador de la República Argentina ante la ONU

Lejos de haber "refundado" a Bolivia, Evo Morales y sus constantes desaciertos han sumido a su país en una suerte de caos gigantesco. El precio a pagar es hoy bien elevado. Y mañana podría, como veremos, resultar aún más caro.

La nacionalización populista de los ricos yacimientos de hidrocarburos bolivianos fue pésimamente manejada por el gobierno de Morales y ha estado, una y otra vez, enterrada bajo un grueso manto de corrupción que ha afectado particularmente a la empresa estatal YPFB, ha derivado (como era presumible) en que Bolivia pierda, por sus propios errores, los principales clientes externos a quienes podría haber suministrado gas natural, por años, para beneficio directo de su desarrollo.

BRASIL: MAÑANA HAGO OTRA COSA MAS SEGURA

Brasil -el principal comprador del gas natural boliviano, que hoy abastece al corazón industrial brasileño a través de una moderna infraestructura de transporte construida y financiada con participación esencial de Petrobras, ahora nacionalizada- ha sido ciertamente ayudado por el "azar" (circunstancia que aparece cada vez que la preparación y la oportunidad coinciden, esto es, se encuentran) con el descubrimiento de gigantescos yacimientos "mar afuera" que pronto harán innecesarias las importaciones de gas natural boliviano.

Como cliente, Brasil será mañana un comprador difícil desde que contará con alternativas propias en lo que a suministro de gas natural se refiere. Dependiendo del costo de extracción hasta podría llegar a determinar los niveles de precios.

CON CHILE, LA ILUSION DEL "GAS POR MAR"

Chile era otro cliente potencial para las inmensas reservas de gas natural que contiene el subsuelo boliviano.

Por vecindad seguramente, pero no por historia. La desconfianza es una variable semipermanente en la compleja relación entre ambas naciones.

No obstante, la hábil diplomacia chilena parece ahora estar, paso a paso, reconstruyendo una relación bilateral dañada por una guerra (1879) devastadora para Bolivia, seguida de años de desencuentros. El acuerdo sobre las aguas del río Silala, que ya se ha anticipado, es una muestra de una relación cuyo clima parece estar mejorando.

Pero declarar que ambos países entienden que habrán de compartir sus aguas en esa región que abastece desde hace décadas a la minería chilena, no ha hecho desaparecer los reclamos desorbitados de los indígenas bolivianos que pretenden una "indemnización por el pasado".

Pero en un país repleto de resentimiento que tienen que ver con su pasado no es fácil desarmar esos sueños. Por eso Bolivia insiste, retóricamente, en que si Chile quiere gas, el "precio" del mismo incluye devolver la salida al Pacífico que Bolivia perdiera en la guerra.

Como proveedor, Bolivia con sus difíciles circunstancias internas, no augura estabilidad en las entregas. Ni, mucho menos, dispone de un marco jurídico cristalino, particularmente por su inédita adopción de la plurinacionalidad en materia de legislación y jurisprudencia, que arroja una cuota de enorme intranquilidad e imprevisibilidad por todas partes y en todos los temas. Especialmente en materia de las inversiones necesarias para construir y mantener una infraestructura eficiente a partir de yacimientos bien explotados, capítulo en el que Bolivia ha tenido toda suerte de problemas.

Chile tiene todo claro (y cabe preguntarse ¿quién no?). Sabe que no se puede confiar en Morales y los suyos. Lo que supone que no se puede apostar al futuro basado en su palabra. Para Morales el derecho es su propia voluntad. Y eso es precisamente lo contrario a la posibilidad mínima que un país moderno, que crece fuertemente (como ocurre con Chile) requiere para confiar en un proveedor. La historia sugiere que Chile tampoco puede confiar en la Argentina. Nuestro país violó, con actitud arrogante, todos sus compromisos de suministro de gas natural en cuanto se sumergió en su propia crisis en el 2001/2002.

Como si eso fuera poco, Perú replanteó recientemente sus fronteras marítimas con Chile, en pleito que está tramitando en la Corte Internacional de Justicia, cerrando así el posible abastecimiento de gas desde Camisea.

UNA OPCION ALTERNATIVA PARA CHILE

Por todo esto, Chile tuvo que apostar a la regasificación, construyendo las plantas industriales del caso. Por esto hoy importa gas natural del exterior. Desde muy lejos. Porque ciertamente sus vecinos no le resultan confiables. El primer buque metanero, el "Methane Jane Elizabeth", acaba de ser recibido en el país trasandino por el propio ministro chileno de Energía, Marcelo Tokmanf, trajo gas desde el norte, al otro lado del continente, el del Atlántico. Desde Trinidad-Tobago, país pequeño quizás, pero infinitamente más predecible comercialmente que Bolivia, o que la Argentina. Particularmente cuando de contratos de abastecimiento de gas a largo plazo se trata.

Tardó 23 días en llegar. Pero llegó conforme a lo previsto y eso es lo que importa. Trajo 145.000 metros cúbicos de gas licuado (GNL) transportado a menos de 160 grados. Arribó sin escalas, cruzando el estrecho de Magallanes, al puerto de Quintero. En estado líquido, el gas ocupa 600 veces menos espacio que en estado gaseoso. Esto es lo que naturalmente permite su traslado de largas distancias, sin que los costos sean prohibitivos.

El proveedor es el grupo BG, que además participa como socio en la propiedad y explotación de la planta regasificadora, junto con distribuidoras (ENAP y Metrogas) y una importante generadora eléctrica chilena (Endesa) y un 20% del Estado chileno.

Alguna vez un ex presidente de Bolivia, Carlos Mesa Giosbert, sugirió que Chile tenía que pensar en "gas por mar". Combustible, a cambio de soberanía. Un sueño imposible. No resultó así, pero el gas llega ahora ciertamente a Chile "por mar". Toda una ironía, por cierto.

El buque referido permanecerá en Quintero casi dos meses para realizar las primeras pruebas y la puesta en marcha de la terminal. A partir del comienzo de operaciones, buques similares llegarán a Chile cada dos o tres semanas. Hay certeza.

La Terminal de Quintero tuvo un costo elevado: 1.100 millones de dólares. Pero aporta un nivel de previsibilidad que no tiene precio. Así funcionan los países modernos. En régimen, la planta regasificadora aportará unos 10 millones de metros cúbicos diarios de gas al sistema chileno, que abastecerán la zona centro del país. Lo que no descarta que se pueda vender gas asimismo a la central de Colbún o a los distribuidores del sur del país, para lo cual deberá estructurarse una flota de transporte de gas por tierra, lo que no es un imposible. El primero de los estanques de almacenamiento con que contará Quintero estará listo en las próximas semanas. Dos estanques adicionales, de mayor capacidad, serán terminados el año próximo. Su construcción está avanzada, en un orden del 70%.

UNA OPCION DIFICIL

Esto deja a la Argentina de los Kirchner como el probable mayor comprador potencial, en el mediano plazo, de gas natural boliviano. Con la sartén por el mango, que no ha sabido ser utilizada.
Mientras tanto, el precio del GNL ha aumentado desde los 6 dólares por millón de BTU (la unidad calórica con la que se opera en estos casos) a los 13 dólares por millón de BTU. Todo un salto que no se ha reflejado proporcionalmente en el precio del gas natural transportado desde el yacimiento por gasoducto. Metrogas se propone comenzar a operar en el mercado trasandino con una oferta de gas a poco más de 10 dólares el millón de BTU.

La tragedia es que, hasta no hace mucho, Bolivia contaba con nueve proyectos para utilizar su gas natural como abastecedor. Hoy sólo le queda la alternativa del Gasoducto del Noroeste Argentino (GNEA), que no ha muerto, pero está "desnutrida" y atrasada. En veremos, entonces. Un matrimonio comercial entre administraciones con las filosofías de Evo Morales o Guillermo Moreno parece una receta para las sorpresas y la inestabilidad, lo contrario de lo que se necesita en el capítulo energético.

MAS INCERTIDUMBRE

En diciembre venidero comienza la aplicación integral de la nueva Constitución de Bolivia. Las elecciones que entonces tendrán lugar decidirán la nueva conformación del Congreso Nacional (denominado Asamblea Plurinacional), las leyes orgánicas que determinarán las atribuciones del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo de Justicia, del Tribunal Agroambiental del Consejo de la Magistratura, de la Fiscalía General, de la Defensoría del Pueblo, del Poder Electoral y de la Procuraduría General del Estado.

La Asamblea Plurinacional tiene, además, atribuciones para "preseleccionar" los candidatos a los principales órganos jurisdiccionales del país, que luego serán elegidos por el voto directo de la población. De espanto, como método, pese al "disfraz" democrático. En el caso de la Contraloría, del Fiscal General y del Organo Electoral, la Asamblea habrá de elegir -directamente- a sus miembros. Borrón y cuenta nueva, entonces. O, más bien, un tremendo salto al vacío, si no hubiera sensatez, madurez y tolerancia. Todas las opciones son posibles en la Bolivia de Morales. Todas. Y ese es precisamente el problema.

Artículo original

6 comentarios:

  1. CONFIAR EN LOS ARGENTINOS FUE OTRA

    TRANSTONTERA DE LAGOS!!!!

    EL DIA QUE PODAMOS CONFIAR EN UN ARGENTINO, BOLIVIANO O PERUANO, NO LLEGARA ANTES QUE NOS ANEXEMOS ESTOS PAISES...

    SI la URSS se disolvio, perfectamten ahora podemos generar la URLA.- Bajo la bandera de CHILE!!!

    ResponderBorrar
  2. CONFIAR EN LOS ARGENTINOS FUE OTRA

    TRANSTONTERA DE LAGOS!!!!

    EL DIA QUE PODAMOS CONFIAR EN UN ARGENTINO, BOLIVIANO O PERUANO, NO LLEGARA ANTES QUE NOS ANEXEMOS ESTOS PAISES...

    SI la URSS se disolvio, perfectamten ahora podemos generar la URLA.- Bajo la bandera de CHILE!!!

    ResponderBorrar
  3. Ni decir que luego el gobierno de Lagos se la jugo por comprarle gas a Peru... con el famoso anillo energetico.

    ¿A donde estariamos si lo hubieran concretado?

    Sin gas, pensando ... por que cresta le compramos gas a otro vecino no confiable, inestable, antichileno, etc.

    NOS SALVO SOLO EL ANTICHILENISMO PERUANO, QUE SE OPUSO A BRAZO PARTIDO A VENDERLE GAS A CHILE, lo que nos obligo a optar por el GNL traido de ultramar..... menos mal.

    ResponderBorrar
  4. Anónimo12:57 a.m.

    jaaaaa jajajaja... ji guiiina.. que alucinante eres ah.. metete tu banderita ya sabes donde patty.. ahora resulta que los demas son los malos y ustedes los buenitos... jajajaja..

    ResponderBorrar
  5. TODA la Razón compatriotas!
    Nos salvó el antichilenismo!
    Se imaginan tener de socios a los Cholos o a los bolivianos???
    En asuntos Energéticos????
    La prueba histórica la pagamos con Argentina, que literalmente se pasó los acuerdos y compromisos por el culo. Nosotros no podemos ser ingenuos e hipotecar nuestro futuro a una tropa de irresponsables con profundos problemas internos.
    Pero HOY hoy dia, justo al escribir, ha parado por fin la última molécula de gas Argentino, y ahora NOSOTROS procesamos nuestro gas desde Trinidad y Tobago!!!
    Bien por Chile...bien por nuestro gran país destinado a cosas grandes.
    Con esto, nos queda desarrollar la energía nuclear no contaminante o la renovable verde. Vamos que se puede!

    ResponderBorrar
  6. Cufifo1:38 a.m.

    Exactamente cesar, de todas formas hay que avanzar decididamente a la autosustentación

    ResponderBorrar