Bolivia golpea a las puertas de Rusia, una potencia militar mundial, para reemplazar su obsoleto equipo bélico, según un diplomático ruso en La Paz, lo que de materializarse permitiría al país andino reforzar su capacidad en este ámbito.
El embajador ruso en Bolivia, Leonid Golubev, señaló que su país está en condiciones de modernizar el armamento y equipos militares bolivianos, a partir de un compromiso de crédito acordado en Moscú entre los presidentes Evo Morales y Dimitri Medvedev, a mediados de febrero pasado.
"Todo lo que pide el gobierno de Bolivia nosotros estamos dispuestos a cumplir. Podemos decir que el Ejército boliviano va a estar bien modernizado y va a responder a los países que lo rodean", dijo Golubev, citado por el diario La Razón.
Según el diplomático, "lo único que nos falta es la solicitud oficial del Gobierno de Bolivia para arrancar con este crédito", que según acuerdos preliminares entre los dos países bordearía los 150 millones de dólares, sobre la base del acuerdo firmado entre los dos gobernantes.
Morales y Medvedev firmaron un convenio de cooperación militar que incluiría inicialmente la compra por parte de Bolivia de helicópteros rusos Mi-17 de combate y transporte para la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, según dijo entonces la agencia rusa de noticias Interfax.
La estatal Rosoboronexport, intermediaria en la provisión de productos rusos de defensa, estimó que se podrían facilitar al país sudamericano unos 20 helicópteros, luego de una reunión que sostuvo a principios de este mes en Moscú con el vicecanciller Hugo Fernández.
Sobre el tipo de armamento y equipo logístico que Bolivia estaría tramitando, el embajador Golubev señaló que el Ejército del país sudamericano elaboró una lista con sus requerimientos, que no fueron revelados.
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, dijo de forma separada que el acuerdo con Rusia es un "convenio genérico que merece analizar prioridades, como el equipo de logística pero también se solicitó material bélico, ya que las Fuerzas Armadas han sido descuidadas los últimos 10 años".
El gobierno del presidente Morales se fijó la tarea de modernizar a las FFAA, las que no reciben renovación de equipos en los últimos años, y por ello se lanzó a la tarea de buscar, principalmente, aviones de combate y de entrenamiento para la Fuerza Aérea.
La Paz inició conversaciones con la República Checa para la compra de una flotilla de aviones de combate L-159, por unos 57 millones de dólares, pero aún se esperaba el aval de Estados Unidos, pues algunas de sus piezas eran de fabricación norteamericana.
Bolivia también inició conversaciones para la adquisición de aviones Super Tucano brasileños para entrenamiento o los Pillán T-35 chilenos, según fuentes del ministerio de Defensa boliviano.
El país sudamericano, hasta el 2005, sólo poseía 28 misiles tierra-aire de fabricación china, su mejor armamento, pero fueron entregados a la Misión Militar de Estados Unidos, poco antes del ascenso del presidente izquierdista Evo Morales.
El argumento esgrimido entonces para la entrega de los misiles es que estaban ya en desuso, mientras EEUU señaló que retiró el armamento a solicitud del Ejército de Bolivia.
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