domingo, febrero 05, 2012

Vivienda incorpora nuevas tecnologías y diseños en casas de reconstrucción


Gobierno contactó a 320 empresas, que mostraron 527 modelos distintos.

A casi dos años del terremoto del 2010, la reconstrucción ya comienza a evidenciar cambios en el diseño y en la identidad residencial de las principales zonas afectadas por la tragedia.

La pérdida de casas tradicionales de la zona centro sur de Chile, construidas mayoritariamente en adobe, dio paso a la edificación de nuevas viviendas, fabricadas en materiales innovadores, diseños vanguardistas y técnicas constructivas modernas, que configuran una nueva imagen del Maule y el Biobío.

Según un análisis realizado por el Ministerio de Vivienda (Minvu), el cambio es el resultado de la fuerte competencia entre las más de 320 empresas que presentaron diversos tipos de vivienda para que las 32.000 familias damnificadas escogieran su opción.

"El efecto de eso fue que las empresas tuvieron que competir en diseños, materiales innovadores, rapidez en la construcción, para que la gente eligiera su solución y no otra, entre 527 modelos distintos de viviendas que se les mostraba en una verdadera vitrina de opciones", explica Juan Andrés Muñoz, encargado del equipo de productos del Programa de Reconstrucción del Ministerio de Vivienda.

La competencia y el alto interés de las firmas por participar en la reconstrucción y usar esa experiencia para dar un salto en su negocio también permitieron maximizar recursos: construyen casas con valor agregado por las mismas 380 UF (casi $ 8.000.000) base de las viviendas sociales del plan regular.

Entre las innovaciones, se utilizan materiales vanguardistas para construir las casas. Desde paredes fabricadas en una especie de plumavit relleno con hormigón, que permite muros de alto rendimiento térmico y rápida construcción, hasta casas fabricadas de verdaderos fardos de heno, compactados con hormigón y especialmente pensados para un barrio rural de Chépica.

También hay empresas forestales que incursionaron en la construcción y fabrican casas de chips de madera en serie y en cadena: son el resultado de un proceso industrial que se inicia, en la misma fábrica, con un árbol recién cortado.

"Otra novedad es la construcción con módulos prefabricados que se instalan en el sitio final donde va a quedar la casa. Algunas empresas automatizaron sus procesos y están produciendo hasta 80 casas mensuales, hechas en un 90% en industrias. Una de ellas fabrica 210 viviendas que se están instalando en sólo cuatro días, frente a la aldea El Molino de Dichato", agrega Muñoz.

Ramón Núñez (30), damnificado de Colbún, recibió una casa modular con radier de madera. "La que tenía era de adobe y se vino abajo con el terremoto. Esta casa es ampliable, ya le hice una galería (...). Ni se ha movido con los recientes temblores", cuenta.

El Minvu también detectó que a la luz de las normativas que exigen el cumplimiento de medidas antitsunami, las nuevas viviendas están cambiando la configuración urbana de lugares como Dichato.

En el balneario de Tomé se lavanta un conjunto de 17 viviendas tipo palafito, que elevan la casas sobre tres metros y medio de altura para que puedan resistir mejor los efectos de una gran ola generada por un maremoto. "La participación de más de 300 constructoras y de nuevos e innovadores sistemas constructivos aplicados en las viviendas sociales, por primera vez, dan cuenta del enorme desafío de la reconstrucción y del impulso que le ha impregnado el gobierno para entregar cuanto antes las viviendas a las familias damnificadas que lo han pasado tan mal", explica el ministro de Vivienda, Rodrigo Pérez.

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