Ayer, las excavadoras llegaron al nivel 500 de los 620 metros a los cuales apunta.
Con el sonar masivo de bocinas a la misma hora del derrumbe que sepultó a 33 mineros a 700 metros de profundidad en las entrañas del desierto, sus familiares conmemoraron ayer los dos meses del accidente.
En tanto, las autoridades estimaron que el plan B de rescate alcanzaría el sábado próximo su objetivo de llegar al taller del yacimiento, pues en las últimas horas de ayer llegaron al nivel 500 de los 620 metros a los cuales apunta.
A las afueras de la mina, algunos parientes de los 33 hombres acamparon en carpas y para recordar los dos meses del accidente subieron a una cercana colina, en la que ondearon banderas tricolor de Chile e hicieron sonar bocinas de autos, en un breve acto “para darles fuerzas”, explicó María Segovia, hermana de Darío Segovia, uno de los mineros.
La gran duda
En tanto , la decisión de “encamisar” o revestir con tubos de metal el ducto por donde emergerán los trabajadores atrapados será clave para definir el día exacto de su rescate.
El encamisado comprende la instalación de tubos de 24 metros cada uno al interior del ducto que se utilizará para la salida de los mineros. Sougarret dijo que la decisión sobre encamisar o no se hará “una vez hecha la rotura”, pero hay que analizar el tema, sostuvo.
¿Oro en la mina?
“Se dice que los sondajes realizados descubrieron una veta muy rica y, por lo tanto, podría significar que en vez de estar quebrada esta empresa, este incidente hubiera transformado a estas personas en multimillonarios”, aseguró la prensa.
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