El proyecto, que ingresó con suma urgencia al Congreso para su discusión, establece en lo medular beneficios tributarios para las donaciones que tengan por objeto financiar la reconstrucción de infraestructura o equipamiento ubicado en las zonas afectadas por terremotos y catástrofes similares.
El informe financiero que acompaña al proyecto de ley dice que las "donaciones al fondo (de reconstrucción) representarán ingresos adicionales para el fisco (...) En promedio, la ley implicará en términos netos mayores ingresos fiscales por aproximadamente 80.000 millones de pesos (155 millones de dólares) en doce meses".
El costo total bruto de la tragedia bordea los 30.000 millones de dólares, equivalente al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), "constituyéndose en la mayor pérdida de capital en la historia de Chile", dijo el proyecto de ley de Donaciones.
El Gobierno ha estimado que el costo de reposición de la infraestructura pública destruida superaría los 10.000 millones de dólares.
"Queremos institucionalizar la forma en que los chilenos nos hacemos cargo de nuestras tragedias naturales", dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, a periodistas.
Agregó que con este proyecto y la creación del Fondo Nacional para la Reconstrucción se facilitan las donaciones no sólo de grandes empresas sino también de las personas naturales.
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