sábado, marzo 13, 2010

Imagen de Chile


El manejo inicial de la grave emergencia nacional fue simplemente desastrosa, y el aura de popularidad de la ex Presidenta y su gobierno se desplomó en forma estrepitosa.

No es para menos, se antepusieron la ideologia y los fantasmas del pasado a la seguridad y alivio del sufrimiento de los miles de damnificados. Ellos debieron soportar estóicamente en la indefensión el otro terremoto, desatado por antisociales que saquearon y destruyeron con total impunidad mucho de lo que habia quedado en pie, mientras esperaban en vano alguna ayuda –aunque fuera sólo moral– de parte de las autoridades.

La Concertación obtuvo nota cero y no tuvo el coraje de asumir su responsabilidad frente al país; al contrario, se ha dedicado a la caza de los supuestos responsables para tratar de encubrir su ineficiencia. Pero lo más grave es que las acusaciones de sus personeros aparecieron destacadas en la prensa internacional, matizadas con fotografías de los saqueos, que están dañando seriamente nuestra imagen externa, al mostrar a Chile sumido en el caos y el vandalismo.

Es así como se reprodujeron declaraciones de la ex Presidenta en las que critica ácidamente a los mandos de las Fuerzas Armadas por no contestar sus llamadas telefónicas apenas ocurrido el sismo y aparecer lentas y mal preparadas. En este sentido, el ministro del Interior dijo que se demoraron cuatro horas en tener disponible un helicóptero para la Presidenta. Sin embargo, todo esto lo contradijo el titular de Obras Públicas cuando señaló que “para una coalición que ha gobernado el país por veinte años y que luchó contra la dictadura, la idea de tener a los militares en las calles no fue fácil”. ¿A quién se le cree?

Gran final para la Concertación –o lo que queda de ella luego del terremoto electoral–, que sale del gobierno en estas condiciones, dejando atrás una emergencia que le quedó enorme, pero pretendiendo endosarle la culpa a quienes no la tienen y que respondieron, cuando fueron tardíamente requeridos, con la prontitud y eficacia que los caracteriza.

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