Chile se aproxima a su bicentenario bajo condiciones de desarrollo y perspectivas económicas alentadoras, resultado de políticas y estrategias público-privadas alineadas con las fortalezas del país y enfocadas en la explotación de sus principales recursos.
Hasta ahora los recursos naturales han sido un factor muy relevante en el desarrollo, pero Chile logró transitar tempranamente a un modelo de negocios orientado a mercados globales y una economía centrada en servicios, ocupando una posición de privilegio para aprovechar las oportunidades asociadas a la nueva economía del conocimiento.
El último estudio de A. T. Kearney “Global Services Location Index”, nos deja en un expectante 8vo lugar del ranking mundial y primeros en Latinoamérica, como ubicación para provisión de servicios globales.
La demanda mundial de offshoring por servicios informático, según estudios, superaría los US$ 250 mil millones a 2010. Para los próximos 5 años, se espera un crecimiento de 40% anual promedio. Si nos enfocamos en el mercado Norteamericano, donde Chile exhibe importantes ventajas de alineamiento, horario, cultural y desarrollo comercial, la oportunidad superaría los US$ 150 mil millones para 2010.
En 2008 Chile exportó servicios por US$ 850 millones y espera sobrepasar la barrera de los mil millones en 2009. El principal destino fue Latinoamérica con más del 50% de participación, cifra que representa menos del 4% de la demanda mundial.
El desafío es rediseñar y articular políticas de desarrollo de capital humano e innovación que permitan aprovechar las ventajas adquiridas e iniciar un proceso sistemático de posicionamiento en los mercados de servicios globales.
El Estado, mundo académico, empresas y sus organizaciones han focalizado recursos y puesto en marcha programas y proyectos conjuntos bien orientados. Sin embargo, los resultados indican que la velocidad del cambio es muy insuficiente para cubrir la oportunidad.
Necesitamos desarrollar una comunidad de profesionales y técnicos del conocimiento habilitados en competencias y lenguaje, para participar en las grandes ligas. Se estima que el déficit de capital humano en EE.UU. alcanzará en esta década entre 4 a 5 millones de profesionales.
Si hacemos bien la tarea y a tiempo, estaremos en una inmejorable posición para suministrar servicios que cubran esa brecha. Esto, significaría inmensos beneficios asociados a la generación de empleos de alto valor y acceso a niveles superiores de desarrollo y prosperidad para el país.
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