domingo, diciembre 13, 2009

El fracaso del chavismo por seducir a Bachelet

La diplomacia en el gobierno de Michelle Bachelet se ha caracterizado por mostrar prudencia y, si acaso, distancia frente al cúmulo de impasses entre el presidente Hugo Chávez y el poder Legislativo chileno.

Aunque Bachelet entregue la banda en marzo de 2010, queda por ver la reacción del presidente Chávez frente a esa elección, tomando en cuenta que el candidato de la derecha Sebastián Piñera, que luce como favorito para vencer, tiene una fuerte amistad con el presidente colombiano Álvaro Uribe.

Piñera ya se ha confesado como crítico de Chávez al igual que de Fidel Castro, "porque están destruyendo la democracia y la libertad de expresión".

Desde que asumió el poder en 2006, Bachelet fue un símbolo de equilibrio en los primeros años en que el chavismo intensificó los contactos con sus vecinos latinoamericanos. Chile -junto a Colombia y Perú- fue uno de los países que marcó distancia del discurso "bolivariano y antineoliberal", siendo el Congreso y el Senado de ese país el que llevó la batuta del distanciamiento.

Apenas una sola visita a Venezuela realizó la mandataria socialista de La Concertación, y fue en 2007 para asistir a una Cumbre Energética. Más allá de sus ideales de izquierda, Bachelet aplaudió con mesura planteamientos de Chávez a lo largo de las cumbres regionales, como la crítica a la presencia de militares de EEUU en Colombia.

En sus casi cuatro años en el poder, Bachelet fue testigo de un marco de alianzas en Suramérica que terminó fragmentándose entre países del eje bolivariano y uno de corte más progresista, abanderado por Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, a quienes los cuatro candidatos para estos comicios ensalzan.

En muchos casos, Bachelet se mostró "sorprendida" ante las enérgicas respuestas de Chávez frente a las posiciones del Senado chileno, aunque indiferente frente a éste por sus críticas a Caracas, siempre apelando al respeto de los poderes públicos.

En 2007 el Senado criticó el cierre de RCTV, a lo que Chávez respondió con fuerza. Este año, en dos ocasiones el turno fue del Congreso chileno, repudiando las críticas del primer mandatario a Bachelet por una cumbre que organizó con líderes progresistas. Chávez se disculpó, pero luego, en julio, el Congreso volvió a advertir: "En Venezuela se abusa del poder".

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