La cifra equivale al 80% del presupuesto fiscal en imagen país, incluyendo los aportes de Corfo a los exportadores. Los temas centrales del pabellón serán las concesiones, las políticas de viviendas sociales y el sector sanitario.
Haciéndole honor a la frase popular "Al que quiera celeste, que le cueste", la travesía chilena en la Expo Shanghai "Mejor ciudad, Mejor vida" no será barata: tendrá un costo estimado de US$ 22 millones, incluida la construcción del pabellón de 2.500 metros cuadrados que alcanza los US$ 5,4 millones.
El número equivale al 80% del presupuesto anual destinado a la difusión internacional de la imagen de Chile -US$10 millones para el proyecto Imagen País y US$ 17 millones en aportes Corfo a exportadores - y supera los US$ 12 millones que se gastaron en la recordada Expo Sevilla de 1992, cuando se llevó un iceberg a España, y los US$ 4,5 millones que se invirtieron en la Expo Lisboa 1998.
¿Cuánto gastarán los demás países? Como era de esperarse, China desembolsará una cifra exorbitante: US$ 4 mil millones, mientras que Estados Unidos gastará US$ 60 millones en su pabellón. España, que ocupará una superficie similar a la de Chile, invertiría US$ 25 millones.
Para recuperar algo del gasto, la organización chilena ha diseñado un plan de negocios que se materializará a través de una empresa comercializadora del Pabellón chileno en Shanghai, que se encargará de generar ganancias.
El proyecto incluye un sistema de auspicios -divididos en tres categorías, la más cara de US$ 300 mil- a través del cual las empresas chilenas se puedan asociar al proyecto durante los seis meses que durará la Expo Shanghai, además de acuerdos especiales.
Otra de las formas en las que el pabellón chileno pretende rentabilizar parte de la inversión es mediante una tienda de productos de exportación -como vinos o aceites- y con una cafetería. Sobre este último punto, Eugenio García, director general de contenido del proyecto, adelanta que se encuentran a punto de cerrar un acuerdo con un importante chef nacional que se encargará de la comida. "La idea es adaptar platos gourmet chilenos en formatos que permitan comer de pie", dice.
Con todo, es difícil que la inversión se recupere de inmediato. Para Hernán Somerville, comisionado general de la muestra, recuperar o no el dinero es un asunto accesorio. "Acá lo importante es aprovechar la inmensa vitrina que va tener Chile y sobre todo causar una excelente opinión a China, nuestro principal socio comercial", dice. El representante nacional asegura que la presencia chilena en China permitirá que los exportadores se vean muy beneficiados.
Pero ¿qué tan importantes son este tipo de exposiciones internacionales para un país? Josep Chias, el hombre que diseñó el proyecto que convirtió a Barcelona en la sede los Juegos Olímpicos de 1992, señala desde España que "Siempre es aconsejable este tipo de inversiones".
Sin embargo, también cree que es necesario que se tengan ciertas consideraciones: "Lo primero que se debe tener claro es que estas ferias tienen una difusión más nacional que internacional y que en este caso la mayoría de los visitantes van a ser chinos". Por lo mismo, recomienda determinar qué atributos chilenos se quieren destacar en China y no ir a vender una imagen genérica, sino algo concreto. La idea chilena busca destacar las viviendas sociales, las rutas concesionadas y el sistema sanitario.
EL PRESUPUESTO chileno para imagen país es de US$ 27 millones al año. Esto es sumando aportes directos y vía Corfo.
Desde China a Dinamarca: algunos de los pabellones más impresionantes que se verán en tierras asiáticas
China
Como buen anfitrión, China se preocupó de dar cátedra a la hora de construir su pabellón en la Expo. La enorme estructura es tan alta como un edificio de 22 pisos y su tema central será la fuerte emigración del campo a la ciudad que ha vivido el país en los últimos 30 años.
Rumania
El pabellón rumano tendrá forma de una manzana. Una estructura que busca reflejar la idea de una "ciudad verde" y que tiene dos mil metros cuadrados. Su propósito es reflejar la importancia de un estilo de vida saludable y del desarrollo sostenible.
Israel
Esta estructura está compuesta por tres áreas que se van sucediendo a medida que el visitante avanza: el jardín de los susurros, el salón de la luz y el salón de la innovación. Esta última es la parte central del pabellón, cuyo costó estimado es de US$ 6 millones.
Dinamarca
El pabellón danés gira en torno al agua como concepto. Los encargados del diseño determinaron que la mejor manera de generar identificación con el país era conectarlo con uno de sus mayores símbolos: La Sirenita de Copenhague será llevada a Shanghai.
Expertos enjuician el verdadero impacto que tendrá el pabellón para la imagen internacional de Chile
Para Luis Hernán Bustos, socio de la consultora B2O, es importante que Chile acuda a la Expo de Shanghai porque se trata de una iniciativa que forma parte de las políticas de globalización del gobierno y que puede dejar en muy buen pie la imagen de Chile en Asia "Favorablemente, ellos no tienen un gran referente en Sudamérica. Es un puesto vacante que puede ser ocupado por Chile, dice.
¿El costo del pabellón? "Depende de las alternativas que tengas para lograr el mismo objetivo. Si finalmente se tomó el camino para ir hacia ese lado, deben tener sus razones, aunque el país ha sido capaz de desarrollar estrategias más baratas y con alto impacto mediático, como el Chile Day", dice. Asimismo señala que será difícil competir con las estructuras que tienen preparadas otros países, por los mismo se debiera marcar la diferencia en cuanto a la experiencia: "Llamar la atención no basta. Lo que es importante es transmitir un mensaje, si no logras establecer un mensaje con un concepto que haga sentido no obtendrás éxito".
Gabriel Badagnani, director ejecutivo de FutureBrand, es enfático: "siempre es mejor estar, que no estar". A juicio del experto sería más interesante que Chile hubiese podido crear un pabellón centrado en el como se terminó con el problema de la contaminación.
"Cómo eso es imposible, no me parece incorrecta la vía que tomaron", dice. Para Badagnani, conceptos como la vivienda y la calidad de las carreteras pueden causar buena impresión en los chinos, especialmente para quienes pretenden hacer negocios o radicarse en el país.
Un proyecto que genera polémica
La discusión no ha estado ajena en esta iniciativa. Mientras algunos critican la falta de transparencia en el proceso de licitación del proyecto, otros, como el premiado arquitecto Alejandro Aravena, cuestionan que el diseño del pabellón tiene un desfase arquitectónico de quince años.
Sobre el proceso para administrar el recinto, Hernán Somerville dice que la propuesta original fue licitada y aprobada por un consejo integrado, entre otros, por Andrónico Luksic y el senador Eduardo Frei. Luego, el equipo ganador pidió a la oficina del arquitecto Juan Sabbagh un diseño de lo aprobado.
Cuando estuvo terminado, la organización china determinó que, por sus dimensiones, el pabellón no podía ser instalado en un stand compartido, así que ofreció gratuitamente un terreno individual. "Como el edificio es una extensión del proyecto original, consideramos que no era necesario llamar a una nueva licitación", dice Somerville.
Artículo original
No hay comentarios.:
Publicar un comentario