domingo, julio 19, 2009

La Argentina está 20 años atrasada en salud laboral y ocupacional

El 10% de las personas en que contrajeron el virus H1N1 en el país son profesionales de la Salud. Pero en los países desarrollados esto no sucedió. La ex subsecretaria de Trabajo Sandra Varela, especialista en derecho laboral, explica los motivos por los cuales el primer mundo disminuyó los riesgos de contagio.

No es casual que en la Argentina y particularmente en Mendoza se hayan tomado medidas un tanto improvisadas para evitar el contagio de Gripe A. Quienes más conocen de enfermedades son los médicos, por ejemplo; ellos deberían ser los que puedan decidieran en los hospitales, junto a sus empleadores (públicos o privados) los métodos y técnicas de prevención, además de la información y formación del personal.

Esto no sucede en ningún sector; los trabajadores no participan en discusiones sobre la seguridad laboral. El ejemplo en la Salud es claro: el 10% de los afectados por Influenza A son profesionales de la Salud.

Este virus ha llegado hasta nosotros aunque no estemos contagiados, todos estamos expuestos a agentes biológicos, incluso en nuestros lugares de trabajo. En Europa, en todo el primer mundo, pero también nuestros vecinos, Chile, Brasil, Uruguay, han adoptado un sistema llamado EPI: Elementos de Protección Individual.

La ex subsecretaria de Trabajo de Mendoza, Sandra Varela, es una de quienes está interesando a los empresarios y trabajadores en esta modalidad, que el primero mundo tomó como propia en los años ’80.

La ex funcionaria manifestó que “la Gripe A puede servirnos para reflexionar sobre la prevención de enfermedades en los lugares de trabajo”. Argumenta diciendo que “la Organización Internacional del Trabajo habla de la ‘Cultura de la Prevención’ cuando relaciona la salud y el Trabajo”.

Varela es becaria en Seguridad y Salud Ocupacional del Centro Internacional de Formación (Turín, Italia) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y coordinadora local del Programa "WISE-Mayor Productividad y un Mejor Lugar de Trabajo" de la OIT. También es consultora y capacitadora en Seguridad y Salud Ocupacional para pymes del Programa "Promoción de una Cultura de Cumplimiento: Conciencia, desarrollo de Capacidades y promoción en los países del RD-CAFTA", ejecutado por la Fundación para las Américas y el Departamento de Desarrollo Social y Empleo de la Organización de Estados Americanos (OEA), para los países integrantes del DR-CAFTA O TLC ("Dominican Republic-Central América Free Trade Agreement", en inglés, o , en español, "Tratado de Libre Comercio", entre República Dominica, los 6 países de Centroamérica -Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica- y Estados Unidos de América).

También es consultora y docente de Posgrado en Seguridad y Salud Ocupacional y Responsabilidad Social Empresaria en la UNCuyo y en la UTN Regional Entre Ríos.

A la abogada le llama la atención que en toda América Latina se formen comités mixtos entre trabajadores y empresarios para decir cómo prevenir enfermedades en el trabajo, menos en la Argentina. En los demás países “antes de la implantación de una prenda de protección individual frente a una determinada situación de riesgo, debe tenerse en cuenta una serie de aspectos para que la utilización de dicha protección sea lo más acertada posible. Así deberán contemplarse: la necesidad de uso, la elección del equipo adecuado, la adquisición, la normalización interna de uso, la distribución y la supervisión”, explicó Varela, quien agregó que esas situaciones las resuelven empleado y empleador.

Por ejemplo, nuestro país es el único que sigue amarrado a modelos y conceptos antiguos. “Acá se habla, incluso en claustros académicos, de ‘Higiene y Seguridad’, pero esto contrasta con una nueva síntesis en los países avanzados: Salud y Seguridad Ocupacional”.

Quien fuera subsecretaria de Trabajo en Mendoza desde 1999 hasta 2004 expresó que “aún no hemos tomado conciencia de que la prevención es un ‘negocio’ importante para todos; en Europa ya no se discute los costos de evitar riesgos de salud y accidentes en el trabajo”, señaló en relación a los nuevos escenarios y hábitos con los que convivimos desde que llegó la Gripe A.

Algunas preguntas generales sobre la salud laboral fueron respondió Sandra Varela.

- La discusión sobre el costo de la prevención en los países desarrollados es anacrónica, ¿ya no se habla sobre ese tema?

La discusión sobre los costos de la prevención es anacrónica y, en algún punto, contraria a la ética; pero también es innecesaria e ineficaz. Los países desarrollados ya ha dado con métodos que logran visibilizar los costos invisibles de la no prevención. Así, ya saben que es conveniente cumplir las normas y dedicar especial atención a la prevención. Además, tienen ciudadanos concientizados y empoderados y dirigencias más formadas, asistidas técnica y financieramente y controladas por el Estado y la ciudadanía. Por otra parte, ya es sabido que, por ejemplo, la participación de los trabajadores y normalmente la ergonomía son costo-efectivas.

- En cuanto a la participación de los trabajadores, mediante sus representantes en la adquisición de elementos o elaboración de técnicas de prevención, junto al empleador, ¿cuál ha sido el beneficio?

En toda Latinoamérica y en Europa la participación de los trabajadores se da mediante formas distintas y en actividades o acciones distintas. Cuando habla de elección, formación e información, adquisición, distribución, conservación y almacenamiento de EPI (Elementos de Protección Individual), es sólo una de los modos de mejorar la bioseguridad laboral. Se puede inferir que no se refiere exclusivamente a la gestión de EPIs, sino en general a toda temática referida a la prevención. Pero también que comprende todas las fases mencionadas (y otras más) de las acciones vinculadas con la ejecución del trabajo. Por ejemplo, el diseño de las condiciones del ingreso de los trabajadores; la adquisición de maquinaria y su entrenamiento para el adecuado uso, el diseño de los instrumentos de evaluación o de incentivo del personal, etc. El beneficio es también económico, aunque la SSO (Salud y Seguridad Ocupacional) es un tema no sólo económico sino también ético. Otros beneficios intangibles son el mejoramiento del clima laboral; el mejoramiento de la imagen y reputación de la empresa y la mejora de la calidad de los productos o servicios.

- ¿Por qué estas situaciones exitosas no han llegado a la Argentina y no parece estar en la agenda?

Es casi incomprensible que Argentina dispense tan poca atención a los temas vinculados a la SSO. Si bien puede haber muchas explicaciones, algunas de ellas pueden ser el escaso desarrollo del sector de la llamada "actividad pública no estatal" y las enormes dificultades de nuestras dirigencias para detectar y solucionar estos problemas.

La actividad pública no estatal es la que desarrollan, por ejemplo, los colegios profesionales, los sindicatos, las cajas profesionales, las cámaras empresariales, las entidades sectoriales, etc. Definitivamente la seguridad y salud ocupacional no está en la agenda de prácticamente ninguna dirigencia argentina.

- Teniendo en cuenta que el 10% de los afectados por gripe A en el país son profesionales de la salud, ¿se puede decir que médicos y enfermeros no están formados e informados sobre los métodos y técnicas de prevención?

No sólo respecto de la Gripe A, en general los técnicos y profesionales de la salud no están informados ni formados ni existen demasiadas instancias de formación y formación en SSO. Probablemente, para muchos, la SSO sea un tema lejano y extremadamente técnico, apropiado para profesionales que gustan de las mediciones. Sin embargo, la SSO es realmente socio-técnico, en el que son indispensables las herramientas de comunicación, de liderazgo, etc. Creo que la instalación y difusión de la SSO debería provenir de personas que posean, fundamentalmente, habilidades sociales y de comunicación. Además, debería destinarse tiempo y esfuerzo en priorizar temas y re-pensar y re-escribir sus contenidos de modo de hacerlos accesibles y comprensibles para el público no técnico.

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