sábado, julio 04, 2009

Hubo boom económico y la desigualdad casi ni se movió

Un reciente informe de la CEPAL, elaborado con ocasión de la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago del pasado mes de abril, nos dice que la desigualdad en América Latina no ha disminuido en los últimos años. El informe mide el coeficiente de Gini en 1995 y, también, en el 2007, es decir incluye los años del “boom” del crecimiento económico que comenzó en el 2001.

La desigualdad se mide con el llamado coeficiente de Gini, que es un índice que va de 0 a 1 (mientras el índice es más alto, mayor es la desigualdad). En el gráfico se aprecia que en Canadá y EEUU el coeficiente de Gini en 1995 era de 0.28 y 0.36 (se mide en el eje horizontal), lo que determina una desigualdad baja.

Pero en el 2007 (que se mide en el eje vertical), el Gini de Canadá y EEUU aumenta a 0.32 y 0.39. Lo que quiere decir que la desigualdad ha aumentado. Pero, ojo, véase que el nivel de desigualdad está en los niveles de 0.3, lo que los sitúa en el ranking mundial como países con menor desigualdad relativa.

América Latina es el continente con la más alta desigualdad en la distribución de ingresos de todo el mundo. Dice la CEPAL que “en el 2007 el coeficiente de Gini para las Américas llegó a 0.51, por sobre los valores de África subsahariana, Asia oriental y el Pacífico, África septentrional y Oriente Medio, Asia meridional, Europa oriental/Asia central y los países de la OCDE”.

En 1995, el Gini de Brasil fue 0.64. Después vienen Colombia, Honduras, Bolivia, Nicaragua, Panamá y Chile, todos ellos con coeficientes de Gini entre 0.55 y 0.60. Más atrás están Perú y México, con 0.53 y 0.54. Finalmente tenemos a Uruguay, Costa Rica y Venezuela, con mejores Gini que los anteriores. Vamos ahora al Gini de los países de América Latina en el 2007 (que, repetimos, se mide en el eje vertical). Aquí encontramos que algunos países han logrado “mejorar” la desigualdad, como dice el Informe de CEPAL. Es clave, sin embargo, mirar más de cerca esa “mejora” para determinar su verdadera magnitud.

En Brasil, el Gini se reduce de 0.64 a 0.59, con lo que sigue siendo el campeón de la desigualdad. Colombia baja de 0.60 a 0.58, Bolivia de 0.59 a 0.56, Chile de 0.55 a 0.52 y Perú de 0.53 a 0.51. En Venezuela se produce una de las mayores bajas del Gini, pues pasa de 0.48 a 0.43. En los países donde la desigualdad aumenta tenemos a Uruguay (de 0.43 a 0.46) y Costa Rica (de 0.47 a 0.49).

En general, lo que se aprecia en América Latina es que en los años de gran crecimiento económico, apenas si se redujo la desigualdad. Algo parecido sucede con la pobreza, según el mismo Informe, ésta bajó de 211 a 184 millones de pobres del 2000 al 2007, cifra insuficiente. Dice CEPAL:

“Continúan siendo significativos los segmentos de la población que no cuentan con recursos para satisfacer sus necesidades básicas y que persiste el alto nivel de inequidad en la distribución del ingreso, que ubica a muchos países de las Américas entre las distribuciones más desiguales del mundo”.

Si esto sucedió durante los años de “boom” económico, ahora la pobreza y la desigualdad aumentarán debido a la recesión, lo que ya ha producido despidos masivos y, en todos los países, la caída de los ingresos fiscales. Lo expuesto corrobora que el solo crecimiento económico no es suficiente para reducir la pobreza y la desigualdad y que se debe crecer redistribuyendo. Pero la doctrina del perro del hortelano sigue planteando, a sangre y fuego, que “salvo la inversión, todo es ilusión”.

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