Heidi Hevia, enfermera docente de la Universidad Andrés Bello y experta en el cuidado de pacientes ostomizados, analiza la realidad de esta enfermedad que se hace cada vez más presente en la población.
En Chile la patología oncológica es la segunda causa de muerte, y la que se origina en el aparato digestivo es responsable del 46,2% del total de fallecimientos por cáncer; dentro de este grupo el cáncer de colon y recto es la tercera causa de muerte después del cáncer gástrico y biliar. “A pesar de que no existen registros nacionales de cáncer ni estudios de incidencia ni prevalencia del cáncer colorrectal, indirectamente se puede inferir que está aumentando por el creciente número de personas que fallecen debida a esta causa”, así lo afirma Heidi Hevia, enfermera docente de la Universidad Andrés Bello y experta en la atención de pacientes con esta enfermedad.
Los datos de la académica se corroboran con el hecho que entre 1990 y 2003 se observó una tendencia significativamente ascendente de la mortalidad por cáncer de colon y recto, intervalo en el cual la población de mayor riesgo aumentó desde 16% a 20%; “esto obedece a la transición epidemiológica que está sufriendo la población chilena”, explica Heidi Hevia. De acuerdo a las estadísticas el 2004 hubo 1.326 muertes atribuibles a cáncer de colon y recto, con un promedio de 3,6 muertes diarias por esta causa, en los últimos 10 años la mortalidad por cáncer de colon y recto se ha duplicado y hoy es un problema emergente de salud pública en el país.
La forma de presentación del cáncer de colon se caracteriza por tener largos períodos asintomáticos y lesiones premalignas, como son los pólipos adenomatosos, cuyo tratamiento sencillo consiste en la extirpación del pólipo por vía endoscópica y permite la curación en más del 90% de los casos. “A la vez, tenemos grupos identificables de alto riesgo, como aquellos con antecedentes familiares de cáncer de colon y recto, de otros cánceres, de personas que han tenido o tienen enfermedades inflamatorias, poliposis múltiple familiar, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, donde aumenta la probabilidad de desarrollar un cáncer de colon y recto; en estos grupos se justifica efectuar un programa de tamizaje o screening poblacional”.
El cáncer de colon y recto es la principal razón a nivel mundial que puede dejar a un paciente con una ostomía que es una comunicación de una parte del intestino a la pared abdominal. La gran mayoría de las ostomías son de carácter transitorio, pero significan un gran cambio de vida al que se deben adaptar tanto quien lo presenta como sus familiares.
El aumento de esta problemática, además de factores epidemiológicos, obedece a factores predisponentes conocidos que deben ser abordados de forma más enérgica. Heidi Hevia precisa que entre estos factores está la herencia debido a mutaciones genéticas que se pueden detectar mediante exámenes de sangre, correspondiendo esto a un 6% del total de pacientes que desarrollan este tipo cáncer. “En este grupo se observan alteraciones genéticas que determinan entre un 80 a 100% de riesgo de desarrollar este tipo de cáncer antes de los 50 años de edad. Otro factor predisponente importante es el hábito alimentario inadecuado como son la ingesta de hidratos de carbono refinados, aditivos derivados de las nitrosaminas en los alimentos, pobre ingesta de fibra favoreciendo un tránsito intestinal lento y aumentando el tiempo de exposición de la mucosa a cancerígenos como esteroides y ácidos biliares presentes en las heces”. Por otra parte también está ingesta excesiva de proteínas y grasas saturadas animales expuestas al fuego descompuestas en partículas con poder carcinogénico.
Estrategias de prevención
La académica de la Universidad Andrés Bello entrega algunas estrategias orientadas a aumentar la conciencia en la población general y de riesgo, sobre los beneficios de las campañas de prevención y detección de cáncer de colon, que destacan la importancia que tienen los estudios de sangre oculta en deposiciones a través exámenes inmunológicos de alta sensibilidad y especificidad, posibles de realizar en domicilio, no invasivos ni dolorosos.
También es necesario advertir sobre las ventajas de la detección oportuna realizando pesquisa de cáncer desde los 50 años de edad, con el objetivo de detectar pólipos benignos mediante una colonoscopía. Las estrategias de promoción a nivel de prevención primaria se orientan a educar en hábitos y conductas adecuadas, como suspender el tabaquismo, evitar el excesivo consumo de carnes rojas y grasas saturadas y combatir la obesidad y el sedentarismo.
“Asimismo, deberíamos difundir las ventajas protectoras del consumo diario de frutas y verduras, retinol, vitaminas C y E y la importancia de practicar ejercicio mínimo tres veces por semana”, destaca Heidi Hevia y continúa, “igualmente, tenemos que dirigir nuestros esfuerzos a motivar a la población que presente factores de riesgos, con el fin de que consulten en forma oportuna: cuando tienen familiares con cáncer de colon y recto y además presenta alguna alteración del tránsito intestinal, cambio en el hábito o presencia de sangre en las heces, (insistir en no ser tratado por hemorroides sin haber descartado previamente la presencia de un cáncer), decaimiento y baja de peso inexplicable”.
Aquellas personas portadoras de alguna de las enfermedades inflamatorias intestinales (Colitis Ulcerosa, Poliposis Múltiple Familiar, enfermedad de Crohn) deben consultar y tener controles periódicos con su especialista.
Otras sociedades, como Estados Unidos donde se diagnostican 130.000 nuevos casos al año y 52.000 muertes debido a esta causa, han logrado disminuir la mortalidad por esta causa detectándolo a edades más tempranas y estadios más precoces, cuando la sobrevida y expectativas de vida aumenta significativamente. Esto gracias a las campañas de promoción de detección de sangre oculta en las heces y la colonoscopía en personas mayores de 50 años y promocionando los cambios en los hábitos nutricionales a nivel poblacional.
Actualmente, la Sociedad Chilena de Coloproctología participa activamente en campañas de educación, pero es necesario crear más conciencia a nivel de la población, lo que se traduce en “salvar vidas” y vidas de buena calidad.
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