Los analistas sugieren tres ítems que beneficiarán el avance económico y social de nuestro país con este nuevo paso de integración. Y aunque quedan importantes desafíos microeconómicos pendientes, la nación ya está preparada para asumir su participación en el "club de los ricos".
SANTIAGO, junio 24.- El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, mantiene contactos para agilizar los trámites de ingreso de nuestro país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y prepara las maletas para París, a poco más de un mes desde que fuimos invitados oficialmente a participar en el "club de los ricos".
Fundada en 1960, la OCDE tiene su sede central en la capital francesa. Desde el 2006, el secretario general de esta organización es el mexicano José Ángel Gurria.
Se le ha apodado como el "club de países ricos", ya que las naciones integrantes aportan al mundo el 70% del mercado mundial. Ello quiere decir que la asociación agrupa a los más desarrollados del planeta. Esto tiene una importancia gravitante, pues el ejemplo que brindarán estas potencias acelerará el camino hacia el desarrollo chileno.
En 1997, Chile entró a participar en calidad de observador y el 16 de mayo del presente año, fue invitado a formar parte una vez cumplamos algunas exigencias básicas.
Ante esto, los analistas no vacilan en enumerar al menos tres pilares básicos que beneficiarán a la economía del país con esta casi segura incorporación a este organismo internacional cuyo objetivo es poner en línea las políticas socioeconómicas de sus 30 Estados miembros, y que entre otras tareas realiza más de 500 publicaciones económicas al año.
BENEFICIOS SOCIOECONÓMICOS
A fines de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet visitó la sede oficial de la OCDE (OECD en su sigla en inglés, Organisation For Economic Co-Operation and Development), reuniéndose con Gurria para formalizar el futuro ingreso de Chile a este exclusivo club. En la cita, el secretario general fijó una fecha tentativa a fines del 2009.
De concretarse este ingreso, Chile sería la primera nación sudamericana y la segunda de Latinoamérica, después de México, en conseguirlo. Los economistas coinciden en celebrar con optimismo este nuevo paso en materia de integración internacional.
El director del Centro de Economía Internacional del Instituto Libertad y Desarrollo, Francisco Garcés, ha dicho que son tres los beneficios de esta adhesión: podremos compararnos con otras economías avanzadas, contaremos con la evaluación objetiva de la OCDE a nuestros planes y consolidaremos nuestra institucionalidad.
"Los aciertos, errores y omisiones, en cuanto a políticas públicas económicas y sociales de Chile, serán analizadas más objetivamente por la OCDE en forma periódica", explicó Garcés. Con esto, la credibilidad de estas políticas será "importantísima para los inversionistas internos y externos, para los prestamistas nacionales e internacionales".
Primero, hay "un reconocimiento de la OCDE a la estabilidad económica y el marco político de Chile. Con todas las dificultades que hemos tenido, aún así hemos mostrado una estabilidad en las últimas dos a tres décadas en esas dos materias, que son vitales para el riesgo país", dice el economista Víctor Valenzuela, académico de la UNAB.
El experto agrega que "probablemente es el acuerdo más importante de las últimas décadas, porque en el fondo nos están sacando la etiqueta de ser un país tercermundista o en vías de desarrollo. Y aunque estemos entrando a la cola, sin dudas nos vamos a ir como uno de los mejores", indica.
"El benchmark es ahora de primera clase", cree Valenzuela. Somos el primero del curso en el vecindario pero las cosas son diferentes a la par con las grandes potencias. Esto nos pone en tarea de país desarrollado, acelerándose así el camino hacia tal condición. Con el diagnóstico periódico de nuestros planes públicos, se genera "un ingrediente que nos pone a hacer la tarea propiamente tal".
DESAFÍOS PENDIENTES
Ahora bien, son necesarias algunas disposiciones parlamentarias para esta adhesión. Al menos la nación ya cumple con ciertos requisitos como la consolidación democrática y los ingresos medios, además de destacar la forma cómo ha enfrentado la crisis. En ese sentido, todo indica que hemos traspasado umbrales en tiempo récord.
Entre estos desafíos, lo principal es aplicar políticas ambientales de forma cabal y eficiente, integrando consideraciones ecológicas en las grandes decisiones. También avanzar en temas laborales, educativos y de transparencia financiera. "Hay un pack de mejoras que debemos cumplir", explica Valenzuela.
"Para acuerdos previos de esta naturaleza, Chile no siempre ha cumplido con los estándares mínimos y ha tenido que mostrar voluntad de legislar para resolver los problemas pendientes", señala el académico UNAB. Ese es el desafío.
"Lo que está pendiente es la parte microeconómica del país, porque la parte macroeconómica es la que nos ha llevado a esta adhesión", dice el experto. "Dentro de las tareas que nos puso la OCDE, está la incorporación de la mujer en mayor medida a la fuerza de trabajo, porque hoy es un mal índice", concluye enfático Valenzuela.
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